viernes, 26 de junio de 2009

Siento a México...



Por Mireya Cerrillo


Soy hecha en México y estoy hecha a las maneras de México. Me gusta transportarme con la mente a mi cachito de tierra: a “Puebla, mi mero mole”, y mirando en la distancia el lugar donde nací, siento a México:

Hay días que despierto “soñando” con la idea de estar en mi casa…Planeo que despertaré e iré por unas quesadillas a la esquina de mi casa, que bajaré las escaleras y me encontraré a mi mamá preguntándome qué quiero desayunar, o que mi papá me llevará por unos molletes a los “Bisquets de Obregón”. Deliro pensando que mi abuelita me preparó unas enfrijoladas con sus frijoles de olla, o que a lo mejor, mis hermanos me compraron un tamal de dulce, de esos que se venden los fines de semana por la casa. Incluso, creo que voy tarde, pues Toño llegará en cualquier momento e iremos a comer esquites y saldremos a recorrer la ciudad en el mismo chevy azul...

Duermo, queriendo despertar, abrir mi ventana y ver a mi volcán Popocatépetl. Pero cuando despierto realmente, me doy cuenta de que todo fue un sueño, un bonito sueño que se queda en plan para mi próxima visita.

Cada día siento a México… A veces sin querer queriendo, pero siempre queriéndolo sentir . Pero no sólo sueño con despertar en México, pues también sueño despierta:

Huelo a México cuando percibo o confundo percibir, el olor a tierra mojada… Cuando caminando por la playa imagino que podría ser el malecón de Veracruz y en cualquier momento me sentaré en los portales a tomar un café. O que si doblo en aquélla esquina, llegaré a la tiendita cercana a mi casa.

Me dejo confundir por esta hermosa ciudad cuando escucho algo que me resulta familiar. Pero por mucho que quiera a veces “perderme”, no puedo confundirme, no permito dejarme llevar más de lo necesario, sólo un momentito al día me es suficiente para sentirme bien.

Imagino que saboreo el sazón de mi casa, cuando abro una lata de frijoles… Pienso que es mi mami quien me cocina, cuando huele rico la comida. Creo que ésta tarde de Sábado, llamaré a "La Especial" y pediré una orden de tacos sólo para mí.

Me gusta creer que en las noches, entra mi familia a mi habitación a besarme y verificar que esté durmiendo…soñando otra vez.

Sobre todo, siento un cachito de mi Puebla cuando estoy con mis amigos de Puebla, cuando podemos imaginar juntos y transportarnos con los mismos deseos al mismo lugar. Pero hoy, están del otro lado del charco, y yo me quedo aquí soñando…. Amando, y sintiendo México…disfrutando Europa.


domingo, 21 de junio de 2009

"Hoy Tengo Que Decirte Papá"...


Por Mireya Cerrillo

Hay muchas cosas que aún no sé de la vida… No sé qué se siente dar vida a otro ser, desconozco qué se siente escuchar por primera vez “papá” o “mamá”.

Las dos personas de las que más orgullosa me siento en mi vida son mis Padres: ellos me han enseñado tanto y dado todo, que resulta difícil expresarles todo lo que quisieran que supieran.

Hoy celebramos en México el Día del Padre y una vez más la soledad y la distancia me invitan a la reflexión. Hay tanto que me queda por entender y por aprender, que aunque no sé tantas cosas, hoy puedo decir lo que significa ser hija: Ser la más pequeña, la nena de la casa, y como tú siempre me llamas: tu princesa.

Sé lo que significa tener siempre a alguien a tu lado para responder todo tipo de preguntas. Gracias por contestarme siempre con la verdad.

Y sobre todo, sé lo “PADRE” que ha sido tener a una persona que ha jugado conmigo: me enseñó a andar en bicicleta, y fue mi alumno cuando jugaba a la escuelita y yo era su maestra. Agradezco los sábados de piscina y los domingos de zoológico. Las tardes en el boliche, las navidades de KFC jaja, y sobre todo, cuando me cocinaba con cariño su platillo especial: “carne tártara”, o “entomatado verde”.

Sé que ser padre es un gran regalo: Gracias Papá por hacerme sentir cómo el mejor regalo de tu vida.

Sé que cada día debes ser mejor persona para alguien más: Gracias Papá, por enseñarme a ser mejor cada día. Quiero que sepas que el tiempo que he pasado contigo vale mucho. Gracias porque además eres un gran amigo. Una persona que ha luchado siempre para salir adelante, que tiene un gran carácter, pero al mismo tiempo, un gran corazón.

Esto es una carta, producto de las letras, dibujos y garabatos que alguna vez practiqué en las paredes de casa. Gracias por alentarme desde pequeña a expresarme.

Por eso, hoy y siempre ¡FELICIDADES A MI PAPÁ! Gracias por las palabras de apoyo, por alentarme a seguir adelante, por creer en todos mis sueños por locos que parezcan, por tus abrazos y por todo el amor, el cariño, las experiencias vividas y el tiempo compartido que son parte de mí.


Hoy quiero recordar también a un ser especial: Un ángel que siempre me enseñó con el ejemplo, el gran significado de la palabra amor, y que con la sencillez de su persona, me enseñó que lo más grande es lo más pequeño. Gracias abuelito por tantas y tantas horas de juego, días de parque, y tardes de charla a lado de tu ventana. Te extraño...

A mi hermano Jorge, quien se desvive por sus hijas como nadie en este mundo. Y que ha sido también, un gran rol a seguir, y en toda la extensión de la palabra: un gran hermano. Y aunque Enrique y Gerardo no son padres aún, sé que el día que les toque ser padres, serán PADRISIMOS, pues como hombres valen mucho, como personas valen oro, y como hermanos son lo mejor. Gracias a los 3 por ser mi gran apoyo y mi gran ejemplo.

Gracias a la vida por poner en mi camino a tantos buenos hombres que me han enseñado, educado y sido parte de mi crecimiento y mi formación como persona.

Hoy y siempre, les deseo lo mejor…

¡LOS QUIERO MUCHO!



martes, 9 de junio de 2009

Durmiendo con la Luna. . .


Por Mireya Cerrillo
En un viaje transatlántico,
En un sueño sin dormir,
Intenté irme en un barco
Pero sólo logré escribir.

Envíe un mensaje en una botella
Con tinta indeleble empecé,
Le pedí un deseo a una estrella:
Tenerte cerca, tal vez.

Que el mundo gira a la derecha: eso lo sé
Que el sol calienta nuestros días
Y la luna cobija nuestras noches: también.

Aprendí que nos conecta el inmenso mar
Bajo el reflejo de la misma luna.
Del otro lado del mundo, sólo te quiero abrazar
Y ser tu satélite de cristal.

Asomada por mi ventana
Le conté un secreto a la luna,
Azul y brillante como ninguna
Acortó distancias e iluminó la bruma.

La luna me acompañó
En ese gran momento,
Con su luz me bañó
Cuando todo era perfecto.

Me concedió el relente de tus besos
Y muchas fases a mis deseos,
Te dije buenas noches
Pero te encontré en mis sueños...

Durmiendo con la luna y despertando con el sol.