domingo, 30 de mayo de 2010

¿Quién Soy?...

Por Mireya Cerrillo.

Pareciera una pregunta fácil de responder… todos nos conocemos y sabemos quiénes somos, pero creo que tenemos diferentes versiones de nosotros mismos, la de nosotros, la que tiene la gente de nosotros y la que queremos que tengan. Todo, forma parte del descubrimiento constante de nosotros mismos: “Me, Myself & I” Yo.

Empecemos por el principio, soy Mireya Cerrillo, soy hija, soy hermana, soy nieta, soy tía, soy cuñada, soy prima, soy sobrina, soy amiga, soy estudiante, soy compañera…pff!

Basamos el quién somos en lo que fuimos, en ese pasado que nos ha hecho lo que somos: ¿Quién fui?...Fui niña, fui profe, fui “dra”, fui un recuerdo, fui un deseo, fui …creciendo.

Y ¿quién seré? ¿Quién quiero ser?... Seré novia, seré esposa, seré madre, seré abuela, seré escritora, seré poeta, seré idealista, seré profesionista, seré éxitos y seré fracasos, seré un millón de experiencias, un montón de viajes, seré miles de aprendizajes. Seré paciente, prudente y persistente. Seguiré…creciendo.

Además, sin hacer alusión al comercial, siempre soy mujer, soy mexicana, soy poblana, soy internacional, soy cosmopolita. Soy las ganas del abrazo, el deseo de ese beso, la espera por ese momento…

Soy las lágrimas que me hacen más fuerte, las sonrisas que me llenan el corazón, las carcajadas con mis amigos. Soy la plática en el café, el recuerdo antes de dormir, soy el chiste que te conté. Soy un secreto, soy mil sueños y metas por cumplir. Soy yo... creciendo.


domingo, 16 de mayo de 2010

Con ganas de...


Por Mireya Cerrillo

Con ganas de ser feliz, en su busqueda constante y entendiendo su significado. Con el tiempo de una vida por delante.

Y con la vida cuestionándome y retándome a cada paso.

Con mis pasos queriendo correr, exigiéndome ser paciente. Paciente con la vida, prudente con mis palabras y persistente en mis sueños.

Con ganas de crecer, pero aprendiendo de cada experiencia. Achiqué mi orgullo, empequeñecí mi ego y crecí una talla más de madurez, de entendimiento y respeto por el otro y por lo que me rodea.

Con ganas de llorar, porque crecer es un cambio y duele. Duele dejar de ser quién eres, duele la inseguridad, duele la soledad, duele la distancia, duele la ausencia.

Con ganas de reír, porque la vida es un instante, es un sueño, es una broma de la que hay que aprender a reírnos a carcajadas.

Con ganas de triunfar, porque lo merezco, porque lo quiero, porque yo puedo.

Con ganas de cambiar de rumbo, pero nunca desistir. Dudar tal vez, pero volver a insistir.

Con ganas de vivir, de disfrutar la luna, el sol, la lluvia. De deleitarme con tus besos y encantarme con tus ojos. Con ganas de estar, de ser, de existir aquí contigo.

Con ganas de morir, cuando sea mi tiempo y haya cumplido mi misión, querré cerrar los ojos y dormir con la paz de haber tenido las ganas de todo.

Simplemente tengo ganas: De comerme el mundo. De no dejarme vencer. De aprender. De amar. De ser yo.

Porque YO, puedo cambiar de opinión, puedo defraudar a la gente, voy a estar errado, pero otras ocasiones insistiré en mi verdad que será la correcta. Porque YO, soy un cúmulo de experiencias, soy un montón de recuerdos, soy la mirada de mi padre, la sonrisa de mi madre, el abrazo de mis hermanos. Porque YO tengo un pasado, vivo un presente y anhelo mi futuro.

Sencillamente, porque tengo el derecho y la obligación de disfrutar ser YO, hoy tengo ganas…


lunes, 10 de mayo de 2010

Sólo hay una persona...


Por Mireya Cerrillo

Hoy mi calendario marca 10 de mayo día de la madre, y como cada año, la distancia y el vivir éstas fechas tan especiales lejos de ella, me invitan a la reflexión.

Esta tarde, observaba fotos de mi infancia, y recaí en el pequeño y curioso testimonio de cómo se alimentó e inició mi vida. Una cicatriz de una pequeña gran conexión: mi ombligo. Sí, es por ahí por donde mi madre comenzó a alimentarme y llenarme de nutrientes.

Y es que sólo hay una persona en éste mundo que siempre te extenderá sus brazos sin condición, y sin reproches. Y esos, son los que siempre representan el mejor alimento gracias a sus propiedades nutritivas.

Mi mamá: fue la primera persona que me hizo reír y que me vio llorar. Es con la que sigo compartiendo momentos de simpleza y de risa sin parar.

Mamá, es la única persona cuya mirada es capaz de darme amor, comprensión y complicidad, pero también son los ojos sensibles que saben endurecerse cuando necesito una lección.

Sólo una persona representa la base de mi personalidad y mi carácter. Gracias mami por el abrigo, el amor, y por la disponibilidad. Por las ricas comidas, (las que me comí, y las que por melindrosa desprecié), por atender a mis amigos, por el aroma de un pastel recién hecho, y por la esencia de tu perfume impregnada en mis recuerdos.

Gracias por dejarme jugar con tus cosas y enseñarme entre juegos, las lecciones más importantes de la vida: la bondad, el perdón, la honestidad, la consideración, la perseverancia, la constancia y la paciencia.

Gracias por atender siempre a mis llamados al grito de ¡Mamáaaa!...por encontrar las cosas que creía perdidas, y por encontrarme a mí en tu mirada, cuando yo me siento perdida. Por alentarme a buscar la belleza de las personas y por enseñarme a creer en mí sólo como tú lo haces.

Yo que soy la niña de tus ojos, tu mayor regalo y alegría cuando nací, no siempre te hice reír, perdón por las lágrimas de desesperación que te hice derramar, por huir de tus brazos y tus besos, por las veces que me pongo insoportable y las noches de insomnio por navidad, reyes, o simplemente por enfermedad. Por tu fe y tus oraciones, que si bien no las entiendo, sé que me dan una fuerza intangible para seguir adelante.

Gracias Mamá por ser lo más importante, por ser la única persona a la que siempre le agradeceré el regalo más grande: la vida misma. Hoy comprendo todo lo que he logrado gracias a ti, gracias por comprender mis sueños, e impulsar mis alas cuando decidí volar.

Gracias por enseñarme que una sonrisa vale más que mil palabras y que una palabra, puede lastimar más que un golpe.

Porque sólo hay una persona en la vida que signifique tanto como tú: Gracias porque te tengo a mi lado y te puedo decir, te amo.

También quiero agradecer a mi abuelita, cuya presencia en mi vida agradezco, atesoro y valoro, por sus cuidados y por ser como siempre digo, el abrazo que siempre espero recibir.

A mi tiuchis, por estar siempre dispuesta a escucharme, y ser el consejo que pese a la distancia es excepcionalmente importante.

A las mujeres que han hecho de mí lo que soy: Gracias. Por ser la guía y el modelo a seguir cuando a mí me toque ser madre.

LAS QUIERO MUCHO SIEMPRE.



sábado, 1 de mayo de 2010

Aterrizar...


Por Mireya Cerrillo

“Posarse tras una maniobra de descenso, sobre tierra firme o sobre cualquier pista o superficie que sirva a tal fin. Llegar a tierra. Caer al suelo. “ (RAE)

Acabo de llegar de México y ésta vez, como muchas otras, aterrizar me es complicado. Es como si una parte de mí está y quisiera quedarse en México: en el abrazo de mis hermanos, en la mirada de mis padres, en el beso de mi abue, en las sonrisas de mis sobrinas, en los momentos con mis amigos, en los sabores de mi tierra y en cada instante compartido con los que quiero…En mi casa. Pero está la otra parte de mí que decidió volar, emprender otro camino, seguir un sueño, cumplir unas metas, ésta parte de mí que llegó a Barcelona y no sabe si quedarse. Duda de si logrará todas esas cosas y sobre todo, se cuestiona si la soledad y la ausencia de mi gente valen realmente la pena, al parecer, para mí es un precio caro el que se paga por vivir ésta oportunidad.

Aterrizar para mí, siempre es todo un proceso…De preguntas, respuestas, de aceptación y entendimiento de que todo esto es temporal, que yo elegí estar aquí y de que toda mi familia y amigos me apoyan.

Con éste viaje me di cuenta de que no importa si voy por diez días, un mes o dos, mis visitas a México siempre son un boom emocional, una recarga de baterías por todo el cariño y atenciones que recibo, pero al mismo tiempo, una descarga de equipaje: de cosas que voy acumulando y encuentro la manera de desfogarme.

Llegué como siempre, sin haberme querido ir, y aquí estoy, recordándome una vez más quién soy y lo que busco. Pero hay algo más, por primera vez, después de tantos viajes a México, de ir y volver, hoy no me siento feliz, realmente extraño y me siento incompleta. Siento que no pertenezco a estas tierras, son mis amigos los que me hacen sentir parte de algo que ahora, ya no sé si soy parte.

Al llegar, me encontré con muchas sorpresas, por ejemplo, una de mis amigas más especiales, ha emprendido una nueva aventura, un nuevo viaje y aunque estoy contenta por ella, me doy cuenta de que todos cerramos nuestro ciclo en Barcelona, y me pregunto si es hora de cerrar el mío.

Por otro lado, no soy la persona que la gente asume conocer, pues si ni yo me conozco…Estoy creciendo, aprendiendo de mis errores, y al parecer: madurando. Pero no lo quiero hacer sola, ya no. Ya no sé qué quiero realmente…Y sé que sólo yo tengo que encontrar las respuestas a las preguntas que hoy, siento como una tormenta.

De momento, estoy en la maniobra de descenso… Aterrizo en ésta superficie, tratando de mantenerme firme en que ésta, es la pista que me servirá para volver a despegar y alcanzar mis metas. Ésta es sólo una pequeña caída, un golpe que indica que toqué el suelo porque llegué a la tierra… Pero como cualquier ave u avión, volveré a abrir mis alas, y con la misma carga, aprenderé a seguir volando sola.