jueves, 14 de octubre de 2010

Hacia el final de un viaje...



Por Mireya Cerrillo.

Después de un tiempo ausente en mi blog, acudo a sus páginas en blanco que me ofrecen un momento de reflexión.

Quisiera volver un poco el tiempo atrás en ésta meditación, pues en el tiempo que he estado ausente de la tarea de “bloggear”, no lo he estado de la tarea de pensar y digerir información.

El verano, como todos los que paso en México, ha sido simplemente espectacular. El estar con mi gente siempre me hace bien, y en esta ocasión, no tengo palabras que describan la energía que traigo de mi país. Tal vez, fue el deleitarme con los sabores únicos de casa, el retomar el café y la charla con los amigos aquí ausentes, el cariño único de mi familia, o el pisar suelos únicos y mágicos que sólo México puede ofrecerme. Es algo único…

Y así de fugaz, pasó otro verano, con el beso en suspenso y el calor del abrazo que aún llevo conmigo.

De nuevo en Barcelona, comienzo una nueva última etapa…El viaje que emprendí hace 3 años, inicia así, aquí y ahora su brecha final. Estoy en el último año de universidad. Muchos sentimientos me atrapan, pues no sólo es la emoción de titularme, o la nostalgia de dejar esta hermosa ciudad que me ha resguardado estos años. Son las personas que me han cuidado y acompañado, a los que recordaré y no quiero dejar. Es la angustia de preguntarme “¿y ahora qué?”. Es la inquietud de emprender nuevos viajes y comenzar nuevos proyectos. Son las ganas de que ésta etapa termine y la impaciencia de seguir adelante.

Esa impaciencia que a veces, me hace querer desistir pues tengo prisa…Prisa de comerme el mundo. Pero en el camino, he aprendido a ser prudente y sobre todo a persistir en que mis sueños se conviertan en metas.

En el inter, 3 cumpleaños he celebrado fuera de casa, el último hace menos de 15 días y como cada año, cierro un nuevo ciclo y así con las pilas bien cargadas y con un año más de vida, y con la paciencia que no tengo, sigo adelante con éste viaje.

En el camino, he visitado lugares distantes, extraños e inolvidables, he hecho amigos entrañables y he vivido experiencias con eterno aprendizaje. Más que conocer sobre otras culturas y otras personas, he aprendido sobre mí misma y me he acercado a mi propia cultura, he aprendido a verla con otros ojos. Con ojos de extraño en su propio país, y con mirada de paisano que extraña y añora su tierra.

Estos meses que quedan, dentro de poco se habrán ido y con suerte, seré una graduada, y entonces, ya veremos cuál será mi próxima parada. Mientras la descubro, sé que mi destino es el éxito y la felicidad y sobre todo, como dijo Thoreau: "ve con confianza en la dirección de tus sueños y vive la vida que has imaginado"…