jueves, 24 de marzo de 2011

Qué extraño es extrañar…


Por Mireya Cerrillo.

Hace unos días que llevo encima un humor raro, peculiar y singular, mal dirían unos, de malas dirían otros. La verdad es que no era capaz de dar nombre a mi estado de ánimo, estaba inmersa en un choque de emociones y sentimientos que hoy finalmente, han brotado en lágrimas y han dado forma a uno sólo.

A casi 4 años de estar aquí, de haber vivido mil experiencias, aprendido infinidad de cosas y conocido a muchísima gente… aún hay una cosa que me sigue y seguirá causando nostalgia. Los días como hoy, los momentos como éste que hacen darme cuenta de lo fugaz que es la vida y lo importante que es mi familia.

Hoy ha nacido mi sobrinito y no puedo ser indiferente a la nostalgia que me provoca sentir la falta de los míos. Aceptar las decisiones que he tomado y me han traído hasta aquí, y que me hacen añorar momentos invaluables, ha sido una tarea difícil.

No puedo ni quiero ser insensible al hecho de que mi familia está creciendo y yo también. Que aunque la distancia no es más que un pretexto para volver a vernos, hoy duele reconocer que yo he tomado un camino paralelo a los momentos que más felicidad me traen. Me lastima y hace pensar demasiado dar la razón a eso de que los éxitos requieren sacrificios. ¿Quiero realmente ese éxito a costa de la ausencia y la añoranza? ¿Es egoísta decir que si? ¿Sería estúpido decir que no?

En mi cabeza dan vuelta tantas preguntas que no sé si quiero contestar, supongo que el tiempo, el divino tiempo ya dirá. Pero no puedo dejar de pensar. Y es que si bien la soledad ha sido una fuente de crecimiento personal, temo volverme fría, lejana, irreconocible quizás.
He aprendido que afrontar mis emociones es parte de esta experiencia llamada vida, y poder darles nombre es parte de este viaje hacia la madurez… ¡Cuánto duele crecer! ¡Cómo hace daño aceptar!

¡Qué extraño es extrañar! Pero el tiempo pasa, eso lo sé, y quizás estos sentimientos también. De momento, ya no puedo estar de malas pues sé que no soy indiferente, me encuentro bien aunque una vez más, me sea imposible echarlos de menos …