martes, 10 de marzo de 2015

Idus de Marzo...

Lo que es más extraordinario aún es que un vidente le había advertido del grave peligro que le amenazaba en los idus de marzo, y ese día cuando iba al Senado, Julio César encontró al vidente y riendo le dijo: «Los idus de marzo ya han llegado»; a lo que el vidente contestó compasivamente: «Sí, pero aún no han acabado». Plutarco.


Por Mireya Cerrillo.

Se conocen como los idus de marzo a los días de buenos augurios, de buenas noticias, los días de fiesta para los romanos. También se refiere específicamente al día 15 del mes de marzo dedicado a la guerra. Sin embargo, para los caprichos de la historia el idus martii más famoso es aquél en el que ocurrió el asesinato del gran emperador Julio César.
Para mi son estos días de paciente espera de informes positivos. La cavilación profunda de múltiples posibilades de lo que puede ser, quizás será y tal vez sea. Predicciones, pronósticos, presentimientos, conjeturas. Dejar las cosas a la suerte, a la fortuna y el constante jugueteo con las observancias y creencias. Dejar todo en manos del imprevisible destino mientras continúo haciendo mi parte. Casualidad y causalidad, la conjunción de lo que escribo y creo y que también tiene la dicha de ser fortuito.
Trato de interpretar el universo, de leer las estrellas, de recibir la energía del sol en el próximo equinoccio, de creer una vez más y tener fe en este constante "quizás, quizás, quizás".
Entonces recuerdo que los idus martiae son días dedicados al dios de la guerra: Marte, y por ende son momentos de lucha, movilización, avance, conflagración y rebato. Y así me mantengo, en anticipación y progreso, en contínuo desarrollo.
Adivinación poca, imposible casi. Previsión de lo efectivo alta. Y el vaticinio y premonición de lo verdadero y real...cada vez más cercana.
Mas Shakespeare también inmortalizó estos dias clave del calendario con su frase: "Cuídate de los idus de Marzo", una clara reflexión sobre la política y la traición, donde se busca que prevalezca la lealtad.
Por eso no pondré a debate la convicción ni la certeza. En estos momentos decisivos es mejor permanecer idealista, tolerante y sobretodo firme y perseverante en lo que creo y lo que quiero.
Continúo conspirando mi presente y conjurando mi futuro. Estos son mis idus de marzo, ya han llegado. Que continúe la trama...pues aún no han acabado.


 

lunes, 2 de marzo de 2015

Inevitable...


 
"Era inevitable: el olor a las almendras amargas le recordaba siempre el destino de los amores contrariados." Gabriel Garcia Márquez.

Por Mireya Cerrillo.
 
Busco una palabra, encuentro su significado y desafío a la gramática para darle otro sentido. Más se puede engañar a la filología, pero no a la "feel-ología", esta irremediable presencia tuya sin importar la distancia. Sentirte en cada maquinal y mortal respiro.
Inevitable: aquello que no se puede evitar es llorar en silencio tu ausencia y fingir a gritos que todo está bien.
Confirmado. Esto que por tí siento es ineludible, casi necesario y parte innegable de mi perturbada existencia.
Y es que lo peor de un amor imposible son los recuerdos involuntarios que están ahí constantes, vivos como sombras de una pasión que ha muerto poco a poco.
No puedo evitar pensarte. Eres una reminiscencia de lo que pasó, no pasó y más doloroso aún, de lo que pudo haber pasado.
Estás en el rasguido triste y ecléctico de una guitarra que altera con su misterioso sonido la soledad de este corazón abandonado.
Estás espontáneo con tu sonrisa y mirada que me evocan cosas y sentimientos que quisiera ya olvidados y fingidos.
Estás  inconsciente en cada tonta canción, libro o película que por un segundo me lleve a tí.
Estás inexcusable en mis diálogos propios y discusiones con otros sobre argumentos que sé que tú apreciarías. 
Estás forzoso, puntual y preciso. Necio en el peor momento ocupando mi corazón y mi mente. Distrayéndome de todo. Entreteniendo a mi subconsciente.  Alterándome a ratos ingratos y cautos.
Eres la solaz memoria que me persigue y si bien me atrapa del todo, nada es real. Sólo perturbas mi irremediable realidad.
No puedo evitar amarte. Eres inevitable. Aunque quiera, si bien lo intento, imposible es el sinónimo de nuestra historia.
Eres una remembranza instintiva, involuntaria. Fatal porque hace daño quererte. Ineludible tú, y yo insalvable.
Irrevocable eres. Sentencia inapelable que en esta vida he de pagar. Pues como dijo excelsamente la poeta Gabriela Mistral: "Hay besos que pronuncian por sí solos la sentencia de amor condenatoria, hay besos que se dan con la mirada, hay besos que se dan con la memoria". Y de esos te he de llenar hasta que mi corazón te pueda relegar.