jueves, 27 de octubre de 2016

Carta a la muerte...


"La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene."  Jorge Luis Borges

Por Mireya Cerrillo.

Querida Catrina,

Le escribe una joven amiga. Podría llamarla "la muerte", "la flaca", pero la verdad es que "la Catrina" me resulta más familiar y elegante.

Me resulta difícil empezar a escribirle a Ud. que ha sido tema de debate en más de una tertulia. A Ud. que se ha llevado a los más queridos. Y a Ud. que suscita muchas preguntas que uno va respondiendo cuando ya está aquí cerca de nosotros. Así que más o menos nos conocemos.

Ud. es un miedo arraigado, y para nosotros los mexicanos una fiesta que vemos con descaro. Y yo soy una suicida in ratio porque in practicum ya lo hubiera intentado. Es decir, la pienso pero no la actúo. En pocas palabras, la deseo. Sí, la anhelo más de lo que ansío a su contraparte: la vida.

Debo admitir que la he evadido un par de veces. ¿Destiempo o suerte?. Y como ya dije, la he evocado otras tantas. ¿Desganas o desesperanza?.
Sea como sea, sepa Ud. que no le tengo miedo. Ud. no me atormenta ni mucho menos. Al contrario, me parece que es Ud. el único misterio descifrable y que una vez descubierto, no podemos compartir. Honestamente, Ud. me incita constantemente. 

Si bien acepto que el fin de la vida es la muerte, es una ingratitud para los que a bien tenemos de "celebrarla", que Ud. se lleve a los nuestros con todo y su alma. Porque puedo entender que se lleve su cuerpo, pero no su esencia, no los recuerdos... y eso es lo que a los que nos quedamos, nos mata. 

Pero no le escribo para reclamarle. Simplemente, me pregunto si yo le llegaré como regalo o si Ud. vendrá por mí cuando deba... Si será mi decisión conocerla o será una imposición encontrarnos. Si será algo trágico y ensordecedor o sutil y suave como un beso.

Ahí radica la excelsitud del misterio. Es un enigma y entre Ud. y yo será un pacto y un secreto.

¿Sabe? yo pienso en Ud. desde que tengo al menos 12 años. Sí, desde entonces ya ansiaba conocerla, y míreme ahora, con 30 años y Ud. es la única constante en mi vida. Debería sentirse halagada. Quizá por eso me tienta, para engrandecer su ego y vanidad y nada más.

Dígame, ¿de qué se trata todo esto?. ¿Acaso un suicida es para Ud. un juego de azar?, ¿una apuesta con la vida?, ¿un siniestro o una fortuna?... 

No quiero ser dura con Ud., no me mal interprete. Después de todo, gracias a Ud. descubrimos lo mucho que amamos a alguien o la mucha falta que nos hace...aunque ya sea demasiado tarde. Lo que sucede es que quisiera entender a profundidad el papel que Ud. tiene en la mente de esta alma suicida. 

Por eso, y mientras lo entiendo, quisiera ofrecerle hacer un trato con Ud. Uno en el que yo respeto su espacio y Ud. respeta mi tiempo, pero la verdad no quiero apostar, y menos a mí. Sé que perdería pues no confío en mí. Es tan arriesgado vivir que Ud. representa a veces, la única salida.

Sin embargo, algo sí quisiera pedirle. Cuando le entregue mi vida, (si así lo hiciera), tómela sin miramiento. No me regrese. Créame, la respeto tanto que por eso no la tiento. No quiero jugar con Ud. De verdad deseo que al encontrarnos Ud. me de un frío beso de bienvenida y nada más... Nada más.

No pretendo asumir que a Ud. le importará respetar este sencillo acuerdo, pero sé que dado nuestro historial y el respeto que Ud. muestra a quienes tienen a bien escribirle, quizá me otorgue lo que aquí le he solicitado.

De antemano Gracias y ayúdeme a entender por qué es que habemos tanto suicida por ahí deseoso de conocerla y Ud. llevándose a quien no debe...



miércoles, 26 de octubre de 2016

Ya no quiero quererte...




Por Mireya Cerrillo.

Harta de mi, escribo porque ya no sé qué hacer con este dolor constante.
Fastidiada de pensarte, extrañarte, amarte y querer odiarte...
Escribo porque quisiera ser capaz de convertir mis lágrimas en arte.

Ya no quiero llorarte. Cada día y cada noche.
Ya no quiero que estés en mi pensamiento haciéndome tanto daño por dentro.
¡Ya no quiero!
¡Ya no quiero quererte!

De pocas cosas me arrepiento, y conocerte ...o mejor dicho, permitir que entraras así a mi vida, a mis sueños y mis miedos...a mi alma y a mi cuerpo... de eso sí me arrepiento.

Porque si estar contigo fue un regalo del cielo, este no tenerte es vivir el mismo infierno.
Y quizás exagero, pero es que dueles, quemas, y yo desespero.

Y creo que si pudieras ver los efectos de tu maldito desprecio o el resultado de tu rechazo, quizá, con suerte, serías un poco más amable. Quizás si en tu memoria revivieras lo bueno, no serías tan insolente.

Pero así eres. Y así me tratas con desdén y me invitas nuevamente al duelo... ese que vistió de negro un amor que sentía como un sueño.

¡Qué estúpida! ¡Qué incoherente! Creer en promesas rotas. En palabras vacías. En ilusiones prontas. 
¡Qué catástrofe!

Y quisiera no llorar, y aquí estoy entre lágrimas escribiendo. Pero una cosa me prometo, y lo digo muy en serio, pasar por lo mismo otra vez, ni por ti, ni por nadie.

Corazón insoportable, ponte nuevamente tu coraza y serás indomable.
Llora hasta que deje de doler... ¿Cuánto? No lo sé. Mil noches de insomnio tal vez. 

¡Ya no quiero llorarte! ¡Ya no quiero quererte!
¡Ya no!




sábado, 1 de octubre de 2016

30...Sakura...


"A los 30 comienzas a alcanzar los sueños que persigues hace más de 10 años."


Por Mireya Cerrillo.


"Treinta..." léelo letra por letra: "t-r-e-i-n-t-a..." Sí Mireya, hoy cumples 30. Hoy, llegas a cumplir 3 decenas de vida en esta tierra... Y dime, ¿qué has hecho?... ¿Cómo te sientes?... ¿Cuál sería tu balance?...
Hay muchas cosas que me hubiera gustado tener para cuando cumpliera 30, y no las tengo. Sin embargo, el balance es bueno pues tengo otras que han llegado a mi vida tan sorpresivamente que no puedo y no voy a quejarme. Hoy no. No en mi cumple.
Y es que Mireya a los 30 es:
Una mujer aún con miedos, pero dispuesta a enfrentarlos.
Una niña con ilusiones y sueños.
Y cuando la ocasión lo amerita, toda una culta y preparada dama.
Mireya es tantas cosas a la vez que le cuesta simplemente ser...y estar...sobretodo estar.

Estar así como la flor de los cerezos... Pues aunque aparecen una vez al año, su aroma y fortaleza permanece...Las flores de sakura son conocidas por la breve pero brillante temporada en la que florecen.
Por eso elegí el árbol de los cerezos como símbolo de mi festejo. Y es que es tan emblemático su significado que me parece cautivador.
En la cultura japonesa se relaciona al árbol del cerezo con la lealtad, la femeneidad, la delicadeza, la fertilidad, la juventud, la inocencia, la esperanza, el poder, la dulzura, la belleza femenina y el amor.
Y justo así siento estos 30 años: delicados pero intensos. Breves pero brillantes...
El sakura o flor de cerezo, es un símbolo de la naturaleza que expresa que la vida es transitoria y que por eso es mejor no apegarse a nada. Una metáfora de la vida misma. Y eso quiero aprender...a dejar ir. 

Esta noche, haciendo memoria de lo que han sido estos años, me siento y sé afortunada de haber nacido en fecha tan significativa. Bajo la protección del arcángel Miguel, y por eso, esta noche de San Miguel me ilumina un halo azul que me llena de fuerza y esperanza, hoy más que nunca pido con fervor a mi guardián y protector que me guíe y cuide de mi misma y que con su espada aniquile todos mis más oscuros demonios. Esos que entre nostalgias me llenan de zozobra.

No sé si precise de más de un ritual a San Miguel o de evocar continuamente a los cerezos para plantarle cara a lo que me atormenta constantemente y aprender a saborear la vida. 
Lo que es cierto, es que así como una flor de cerezo se asocia con la fragilidad y transitoriedad de la misma, también significan la sencillez y el renacimiento que trae la Primavera. Y si bien yo no nací en Primavera, elijo renacer y transformarme cada vez, cuantas veces sea necesario, cambiar de hojas, pero mantener mi esencia.

Sakura Mireya... Sakura!
Es tiempo de florecer.