Por Mireya Cerrillo
Apenas el otro dia descubrí que en mi universidad hay un baño unisex. Sorprendida por el hecho, no dude en tomarle una fotografia y escribir unas cuantas lineas. Algunos seguro pensarán que el baño unisex es una evolución lógica de la sociedad moderna, otros dirán que es "políticamente correcto" y defienden la idea de mantener espacios separados.
La lucha constante por la igualdad de sexos ha llegado a esto: compartir tu intimidad. A dónde se ha ido eso de que las mujeres al baño siempre juntas, por aquello de que te revisen la falda y te chequen el maquillaje, mientras que los hombres prefieren ir solos, por si la necesidad viene "acompañada".
¿Cuántas veces como mujer al llegar al baño y ver la siempre grande cola, has pensado en entrar al de hombres? Además de que en el de hombres siempre hay papel.
O los hombres han deseado entrar al de mujeres simplemente porque están más limpios.
La verdad es que compartir los baños va mas allá de solo hombres y mujeres, pues fruto de este mundo moderno, tenemos que considerar a los homosexuales, transexuales y en el peor de los casos: bisexuales. Según encuestas las muejeres prefieren compartir el baño con hombres homosexuales que con mujeres lesbianas. Debemos pensar con quienes queremos compartir esos minutos de desahogo personal, pues sería una segregacion sexual marcar los baños asi: mujeres heterosexuales a la derecha, los hombres heterosexuales a la izquierda y el resto al centro.
Pero si lo pensamos otra vez, caeremos en la cuenta de que en nuestras casas los baños siempre han sido compartidos.
La necesidad fisiologica de ir al sanitario es homogenea, ¿pero los baños deben ser mixtos? . . .