Soy hecha en México y estoy hecha a las maneras de México. Me gusta transportarme con la mente a mi cachito de tierra: a “Puebla, mi mero mole”, y mirando en la distancia el lugar donde nací, siento a México:
Hay días que despierto “soñando” con la idea de estar en mi casa…Planeo que despertaré e iré por unas quesadillas a la esquina de mi casa, que bajaré las escaleras y me encontraré a mi mamá preguntándome qué quiero desayunar, o que mi papá me llevará por unos molletes a los “Bisquets de Obregón”. Deliro pensando que mi abuelita me preparó unas enfrijoladas con sus frijoles de olla, o que a lo mejor, mis hermanos me compraron un tamal de dulce, de esos que se venden los fines de semana por la casa. Incluso, creo que voy tarde, pues Toño llegará en cualquier momento e iremos a comer esquites y saldremos a recorrer la ciudad en el mismo chevy azul...
Duermo, queriendo despertar, abrir mi ventana y ver a mi volcán Popocatépetl. Pero cuando despierto realmente, me doy cuenta de que todo fue un sueño, un bonito sueño que se queda en plan para mi próxima visita.
Cada día siento a México… A veces sin querer queriendo, pero siempre queriéndolo sentir . Pero no sólo sueño con despertar en México, pues también sueño despierta:
Huelo a México cuando percibo o confundo percibir, el olor a tierra mojada… Cuando caminando por la playa imagino que podría ser el malecón de Veracruz y en cualquier momento me sentaré en los portales a tomar un café. O que si doblo en aquélla esquina, llegaré a la tiendita cercana a mi casa.
Me dejo confundir por esta hermosa ciudad cuando escucho algo que me resulta familiar. Pero por mucho que quiera a veces “perderme”, no puedo confundirme, no permito dejarme llevar más de lo necesario, sólo un momentito al día me es suficiente para sentirme bien.
Imagino que saboreo el sazón de mi casa, cuando abro una lata de frijoles… Pienso que es mi mami quien me cocina, cuando huele rico la comida. Creo que ésta tarde de Sábado, llamaré a "La Especial" y pediré una orden de tacos sólo para mí.
Me gusta creer que en las noches, entra mi familia a mi habitación a besarme y verificar que esté durmiendo…soñando otra vez.
Sobre todo, siento un cachito de mi Puebla cuando estoy con mis amigos de Puebla, cuando podemos imaginar juntos y transportarnos con los mismos deseos al mismo lugar. Pero hoy, están del otro lado del charco, y yo me quedo aquí soñando…. Amando, y sintiendo México…disfrutando Europa.