Por Mireya Cerrillo
Quiero presentarme,
Soy ante todo y sobre todo: orgullosamente M E X I C A N A, mujer, estudiante, joven, idealista, soñadora y con iniciativa.
Éste año 2010, todos los mexicanos entendemos lo importante y significativo que es para nosotros celebrar nuestros aniversarios…Y yo quiero formar parte de ésta gran conmemoración, pero no sólo quiero dar el grito el 15 de Septiembre o recordar y festejar mi pasado histórico el 20 de noviembre… No, éste año y sobre todos los demás, me siento más que nada REVOLUCIONARIA y MUY GRITONA.
Sí. Revolucionaria porque estoy harta de vivir en un país tan hermoso como mi México querido, que esté sumido en ésta ola de violencia que nos tiene al borde del miedo y en él “me vale madres, ya lo arreglará el gobierno”. Pues no… Mi iniciativa es: alzar la voz, y movilizar a la gente…Pues estoy segura de ello, que cada país definitivamente tiene el gobierno que se merece. Sí, Puebla mi “chulo estado”, se merece tener un gober precioso y pederasta porque no fuimos capaces de NO VOTAR por el partido opositor, al contrario, firmamos y aprobamos las injusticias que tanto nos indignaron en el caso Lydia Cacho.
México se merece a sus dirigentes corruptos y de dedazo, porque desde pequeños, nos enseñan a mendingar por esas décimas extras para “panzar” las materias, porque nuestros padres dan la mordida en vez de asumir su responsabilidad como ciudadanos y pagar infracciones y multas. México se merece lo que tiene, porque nosotros lo hemos forjado desde abajo, y ahora que vemos la “chingadera” en la que vivimos, no nos levantamos, no levantamos a nuestro país y esperamos a que alguien más lo haga.
Soy mexicana y confieso que se me enchina la piel cuando escucho a mis mariachis, y me emociono cuando entono mi himno en suelo extranjero al lado de mis connacionales, pero qué ironía cuando medito sus letras:
…de la paz el arcángel divino,
por el dedo de dios se escribió...
Mexicanos y mexicanas, es momento de dejar de creer que dios escribe nuestro destino, SOMOS NOSOTROS, los que día a día forjamos y trabajamos por las oportunidades que labrarán nuestro futuro. Suena bonito en un himno, pero ya es momento de comenzar a creer en nosotros mismos como la GRAN nación que somos. Ya no más: “si dios quiere”, “con el favor de dios”, y “dios mediante”… ¿y si no quiere?... ¿Seguiremos viviendo en corrupción y violencia? ¿con el miedo de ser secuestrado? … Yo rezo cada día, y vivo con miedo…y ya no quiero vivir así.
Más si osare un extraño enemigo
profanar con su planta tu suelo...
Ésta línea sí que da para mucho…Nos defendemos en el fútbol y nos “enchilamos” porque lo vivimos, nos sentimos orgullosos de haber derrotado en su momento a los gringos y a los franceses y a los españoles… y a todo el que vino, nuestra memoria histórica para esas cosas, no falla. Pero ahora, el enemigo lo tenemos aquí en nuestro propio suelo: los sicarios, secuestradores, narcos, capos, ladrones, corruptos…¡son mexicanos!. Tienen madres, esposas, hijas mexicanas, y sobre todo, el apoyo y el silencio de nosotros, los otros mexicanos que vivimos con miedo. ¡Oh patria querida!, cuántas veces juré y prometí en las ceremonias ante tu bandera, ser SIEMPRE FIEL y ahora….ahora te estoy fallando, ¿en dónde quedaron los principios de libertad y de justicia que hacen de nuestra Patria la nación independiente, humana y generosa a la que entregamos nuestra existencia?.
¿Cuál libertad? Cuando hay persecución y amenazas a los que alzan la voz. ¿Cuál justicia? Si aquí se compra con dinero, por debajo de la mesa y con influencias.
¿Realmente somos una nación independiente? Cuando tenemos una deuda externa que crece y crece y dicen, que mis hijos no terminarán de pagarla. ¿Humana? Si a nuestros indígenas, raíz de nuestra verdadera cultura, los vemos con desprecio y hemos dejado morir las lenguas con las que se fundó ésta tierra. ¿Generosa? Si cerramos el puño cuando de dar al necesitado se trata. Ésta es la Patria a la que entregamos nuestra existencia, la que se paraliza con el fútbol, o el final de la telenovela del año.
Mexicanos y mexicanas, los invito a lidiar con valor, a celebrar éste bicentenario unidos, de la manera en la que SÓLO los mexicanos sabemos hacerlo: porque votamos y ganamos porque nuestra bandera fuera (y lo es) la más hermosa del mundo, porque votamos y logramos posicionar nuestras bellísimas pirámides, en la nueva lista de las maravillas del mundo, porque le enseñamos al mundo a hacer la ola en el mundial, porque gracias a nosotros el europeo canta cielito lindo, el asiático imita nuestra talavera, la gente envidia nuestro tequila: elixir de nuestra identidad, de lo más profundo de nuestra tierra, de nuestra mexicanidad. Porque fuimos conquistados y fuimos la capital de ése gran imperio, porque los aztecas eran un pueblo guerrero y los mayas una gran civilización, yo digo, ¡YA BASTA!, ¡Mexicanos al grito de guerra!, éste bicentenario, los invito a dar EL GRITO pero de verdad, de hacernos escuchar ante el mal gobierno, la mala televisión que nos idiotiza, ¡hay que LEER!. Menos fútbol, menos telenovelas, menos noticieros que nos “informen” sólo de lo que les conviene que sepamos. Más libros, más niños y niñas educadas, alfabetizados en todas sus letras.
Yo sólo tengo 23 años, amo a mi país, y quiero ser parte de una generación dispuesta a trabajar por y en mi país. Una generación consciente de que la nación se construye desde abajo, desde el pueblo, no desde sus gobernantes. Una generación consciente y dispuesta a formar parte de la nueva revolución del intelecto y sobre todo, de actitud, una generación preparada para dar el grito y hacerse escuchar.
No culpo al gobierno, ni a los cárteles, sino a mi misma por permitir que mi país, que mi gente, llegara hasta aquí y me legara éste México, lindo y delictivo.