"Mientras pensaba que estaba aprendiendo a vivir, he aprendido cómo morir." Leonardo Da Vinci.
Por Mireya Cerrillo.
Cuando digo la palabra muero, ya no vivo este momento.
Cuando pienso que respiro y siento...
me sé extraña en este afecto.
¿Qué es vivir? Ese constante desconsuelo.
Ese suspiro entre beso y beso,
y una caricia que grita deseo.
Sin embargo, muero.
Muero porque morir quiero.
Porque esta vida no comprendo
y no hay remedio para este loco amor sin dueño.
Muero porque es lo único certero.
Porque en este corazón viajero
vive un espíritu triste, soñador e inquieto.
Muero porque la desolación ya no es secreto.
No hay fuego en mi alma, sólo silencio.
Llueve y se rompe el cielo.
Muero con la magia de lo esotérico.
Escribo la palabra muero
y dejo mi vida en el tintero.
Escribo.
Lloro.
Escribo porque sino de verdad me muero.