lunes, 22 de marzo de 2010

Equinoccio de Emociones…

Por Mireya Cerrillo

Ayer 21 de marzo como cada año, inició oficialmente la Primavera, aunque el evento astronómico en realidad ocurriera el día 20 , nos emocionamos porque finalmente se acaba el invierno y se comienzan a dejar ver los primeros rayos de sol que nos preparan para el verano.

De acuerdo a la definición de diccionario, equinoccio se refiere a la época en la que los días son iguales a las noches, en palabras sencillas, un cambio más de estación.

En México, desde tiempos inmemorables, se utilizaba éste momento para renovar energías. Las grandes civilizaciones precolombinas como la Azteca o la Maya, construían sus pirámides basándose en observaciones de los astros, la luna y el sol. Hoy día, la gente acude a éstos templos, además de para recargar baterías, para ser testigo de un espectáculo único e irrepetible en el año, pues es que cuando el Sol se encuentra en su punto más alto, el templo mayor a (Ehécatl) en Tenochtitlán o la pirámide de Kukulkán en Chichén Itzá, se iluminaban durante el equinoccio produciendo un imponente juego de luces.

Así son los equinoccios, un momento particular en el calendario, un instante de tiempo que ocurre a una hora determinada; una transición… Y nosotros como seres humanos, a lo largo de nuestra vida también pasamos por diferentes equinoccios: momentos de cambio.

Creo que en éste momento, en el que el calendario marca el inicio de la Primavera, mi calendario personal marca también un equinoccio de emociones. Cada día me sorprendo más de mi misma y está bien, pues así como el Sol marca los equinoccios y los solsticios, mis emociones y sentimientos con ganas de renacer y surgir, dictan el inicio de un nuevo ciclo.

Dicen que los equinoccios representan la fusión de la naturaleza (tierra) y la energía (cosmos), las cuales permiten que se inicien nuevos proyectos, ósea cosechar lo que se sembró…. Si es así, quiero comenzar una nueva etapa que me prepare para otra llena de muchos más cambios… Quiero dar y recibir amor, quiero dar sonrisas al por mayor y trabajando en ser indulgente conmigo misma y en las ganas de correr y de crecer ya, voy sembrando la semilla de la paciencia, la prudencia y la perseverancia para todas las situaciones que me rodean.

Y aprovechando la etapa de purificación y limpias, yo también quiero limpiar mi espíritu, quiero aprender a sacar todo el veneno que me carcome a veces, o simplemente, omitirlo de mi vida, y poco a poco voy aprendiendo, ya no me enojo, sólo me decepciono, y no sé qué es peor. Ya no grito, ahora sólo contengo mi ira, pero cuando me siento como una olla exprés y que ya no puedo más, recurro a éstas mis letras: a la creatividad, la reflexión y la expresión de mis sentimientos. Hoy, me purifico, pues me doy cuenta que las experiencias de mi vida que me han traído hasta aquí, me han hecho CRECER, pero sólo yo decido qué me hace SER GRANDE.

Éste equinoccio, viene cargado de muchas vibras: las buenas energías de mis amigos, el amor incondicional de mi familia, y sobre todo, ese algo que sólo yo sé qué es y que no puedo poner en palabras…Es algo que me viene de dentro, que poco a poco, me va centrando y haciendo entender cosas… Cuestionarme otras y esperar con paciencia, por aquellas que me muero por tener...

lunes, 8 de marzo de 2010

3 Glorias. . .


Por Mireya Cerrillo

La primera vez que pisó la gran ciudad, no sabía que ahí echaría raíces, ni que llegaría para quedarse.

La primera vez que se bañó en el mediterráneo, lo hizo en las costas griegas. Ahí, agradecida gritó a los dioses del Olimpo y pidió a las diosas por sabiduría, protección y el poder volver algún día.

Cuando conoció la nieve… pensó en ellas. En la ilusión tan grande que significaba ver nevar, en lo lejos que había llegado y en cuánto quisiera poder compartirles ese momento.

3 generaciones, 3 historias, 3 mujeres: 3 Glorias.

Cada una realizó un viaje diferente en su vida, todas derramaron lágrimas en el camino, pero también, tuvieron muchas victorias y goces que dejaron buen sabor de boca, muchos aprendizajes y muchas experiencias que formarían parte del gran libro familiar. Pues hay esas cosas que sólo se pasan de madre a hija, el detalle que llamamos el secreto de la abuela, y la travesura que celosamente le consintió a su nieta.

Todas: de gran carácter… Fuertes y muy sensibles. Las tres: con un orgullo único que pareciera heredado, y con una encantadora sonrisa que definitivamente emana lo bello de su apellido. La fuerza de los genes va más allá. En ocasiones pienso que somos muy diferentes, pero otras, simplemente reafirmo que venimos de la misma rama del mismo árbol.

De piel blanca como su sonrisa, ojos brillantes como su corazón y con un nombre tan grande y sencillo como su persona. Gloria Grande y Gloria Chica para algunos… Abuelita y Mami para mí.

Dos grandes mujeres a quienes hoy rindo homenaje, y es que es increíble como la historia se repite… Yo llegué a otra gran ciudad, y muchos años después, también me bañé en el mediterráneo. Y hoy, tuve una primera vez extraordinaria: conocí la nieve, vi nevar y todo el tiempo pensé en ellas.

Quise congelar el momento y transmitirle mi ilusión a mi madre, quise volar en el tiempo y llevarle un copito de nieve a mi abue, que lo viera, lo sintiera y que estuviera cerca de algo que probablemente no podrá conocer.

Mi homenaje es claro, son las mujeres que representan mi pasado, que me han transmitido un idioma, un amor por mi cultura y muchos cuidados y consejos que hoy, he aprendido a atesorar. Son las mujeres que con amor y paciencia me educaron, que sin pedir nada a cambio, siempre me han dado sus bendiciones, sus oraciones y sobre todo, la fuerza de una fe única. Son mi guía, el abrazo anhelado, el beso esperado: el amor incondicional.

Porque me han enseñado que de eso se trata ser mujer: de ser entregadas a su familia, devotas a su trabajo, de compartir sin esperar recibir, de ser siempre y sobre todo: GLORIA.

No les puedo llevar la nieve, sólo les puedo compartir la felicidad de una ilusión cumplida. No les puedo decir nada más que: GRACIAS… Simplemente por SER parte de mi vida, y ESTAR siempre en mi vida.

Gracias mami. Gracias abue. Gracias por el orgullo que representa ser la tercera Gloria. Y Gracias por la Gloria de poderlas llamar: mías. Las Quiero Mucho.



miércoles, 3 de marzo de 2010

Las Cosas Que No Dije. . .



Por Mireya Cerrillo

Más de una vez he comenzado una entrada de mi blog diciendo que escribo, porque hacerlo se convierte en mi terapia y en mi necesidad….Siempre un gusto y un placer.

Le he escrito a mi país, a mi familia, a mis amigos, a mis emociones, a mis sentimientos, a mis tradiciones, al amor, a lo que recuerdo y a lo que no quiero olvidar, a todo y a lo primero que se me pasa por la mente.

¿Y qué pasa cuándo te quedas sin palabras?... ¿O cuando tienes tanto que decir que realmente no encuentras las frases que den hilo a tus pensamientos?... ¿Qué pasa cuando quieres escribir algo, pero te ves obligado a modificar un adjetivo?...¿O cuando expresas demasiado que temes herir a alguien?.

Desde que descubrí que me gusta escribir y que tengo la facilidad para hacerlo, me prometí no esconder mis emociones, no apenarme por lo que siento y pedí por encontrar siempre las palabras justas para decir lo que se debe decir y no lastimar a los que quiero.

Una vez alguien me dijo que ésta sería mi herramienta para llegar a las masas, para curarlas y para ser la voz de otros. No sé qué tan cierto sea esto… A veces me gusta convencerme de que realmente tengo una pequeña gran tarea, y otras, dudo de mis capacidades… Pero de algo estoy segura, de momento, ésta es mi voz, mi tinta para gritar cuando desespero, para darme ánimo cuando ya no puedo, y para plasmar con letras los colores de mis emociones.

Hoy es una de esas tardes en las que me dejo llevar por mis sueños, me gusta pensar que llegaré lejos, aunque tal vez no me he dado cuenta de que ya lo hice. No sé aún, a qué terminaré dedicándome, si seré esto o aquello, si lograré cumplir mis metas o si la vida me tenga preparado otro camino. Lo que sé, es que mientras pueda enfrentar mis pensamientos a un pedazo de papel en blanco y expresar mis sentimientos lo mejor que pueda, por un momento seré feliz.

Seré feliz sabiendo que mis padres están orgullosos leyéndome, y mis hermanos conmovidos de cuánto ha crecido su hermana, me sentiré completa si mis amigos pueden seguir mi blog sin importar en qué parte del mundo se encuentre ésta viajera , loca, poeta, amiga suya.

Doy Gracias a todos los que pacientemente leen mis locuras, y con cariño dejan un comentario de retroalimentación y en muchas ocasiones: de autoestima. Realmente los valoro mucho.

Pero hoy, quiero pedir perdón por las cosas que no dije, por aquellas que he omitido, por el te amo que dejé en el aire, por haber escrito te quiero y tal vez no sentirlo, por el lo siento que me costó escribir, por el te extraño que se quedó incompleto, y sobre todo, por haber faltado a mi promesa, por omitirme y autocensurarme. . . Pero a veces, mis pensamientos van demasiado rápido…