"Me gustas nomás para un ratito de toda mi vida".
Por Mireya Cerrillo.
Hoy fue día de elecciones, día en que todas las opiniones políticas parecieran alejarnos como seres humanos, como si el propósito fuera ponernos en contra aunque se trate de buscar concenso.
Hoy sin embargo me di cuenta -una vez más- que la única elección a ciegas que haría, serías tú. Sin pensarlo dos veces y sin considerar otros candidatos, te elegiría a tí en todas tus formas y sin importar los desafíos. Esta es mi promesa hecha con paciencia y con amor.
Hoy voté y opté por "el menos peor", aquel que considero miente menos, que roba más discretamente, quizás por el menos corrupto y menos pillo. (Triste realidad).
Mas si llegara mi momento de decidir, te eligiría a tí: con todos tus miedos, con tu pasado escabroso y tu futuro incierto. Con tu presente que es mi regalo. Con tus días malos y buenos. Con tus noches oscuras y llenas de luz. Con todas tus habilidades y debilidades. Tú por ser el ladrón de mi corazón y por corromper mi cuerpo de mil maneras. Votaría por tí aunque no siempre estemos de acuerdo, porque has sacudido mi alma y eso te hace mi candidato ideal.
Optaría por tí, por tu discurso y por ser lo más acertado de mi arte. Por hacerme sentir sin tocarme, por ser el dueño incansable de mis letras, y ser mi elección más certera y llena de locura, porque eso es el amor.
Por tener claras tus ideas y tu fuerza de voluntad. Por tu risa, seriedad y simpatía. Porque me inspiras integridad en tus decisiones, por tu credibilidad que me llena de seguridad y por tu difícil transparencia que poco a poco me dejas entrever y conocer.
Porque puedo pretender que me importa quién gane estas votaciones...
Más te eligo a tí por hacerme mejor de lo que creí, pues soy vulnerable ante tí y no puedo fingir lo que yo por tí siento.