"Conocer el amor de los que amamos es el fuego que alimenta la vida." Pablo Neruda.
Por Mireya Cerrillo.
Hoy es Día de Muertos y duelen las ausencias. Esas que llevo en el pecho y se transforman en llanto en cada evoco de profundo sentimiento.
Mas estoy segura que aflijen más las presencias que murieron...
Esas que pudiendo vivir, perecieron. Pudieron ser y no fueron.
Amores muertos. Amantes que se rindieron.
Es noviembre y hace frío. Ese frío que quema los huesos y los recuerdos.
Hay una ofrenda en casa: Una especial para tí con una foto de nuestro último feliz momento.
Pero ya no estás aquí. Has muerto y en mi corazón todo es luto, desolación y desespero.
La ofrenda tiene flores, velas, papel picado, colores y sabores. . . Pues la muerte es una fiesta, y el amor sólo tristeza.
Todo es para ti esperando tu breve regreso.
Pero la luz de las velas no ilumina tu retorno y el copal es sólo humo negro de los sueños que fenecieron.
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