"La vulnerabilidad siempre se encuentra en el corazón de quien ama." Leo Buscaglia.
Por Mireya Cerrillo.
Aquí me tienes otra vez: vulnerable ante ti, sin protección.
Desnuda por completo en lo que soy.
Así: con todo y sin nada.
Cuestionando todo lo que siento, merezco y pienso.
¡No hay razón! ¡Sólo sentimientos que no entiendo!
No comprendo.
Me vuelvo frágil y débil.
Preveo lo peor, y aún así me quedo.
Insegura como siempre...
¿Por qué te quiero tanto?
No necesito muchas respuestas.
Porque sí y eso me basta.
¿Sabes? No eres tú quien me pone en esta situación tan endeble.
Soy yo quien no se siente lo suficientemente fuerte.
Para decir no, para dar la vuelta, para no quererte y quererme.
Vacilante a cada paso, hesitando cada latido, beso y abrazo...
Tu desnudez me sorprende... como todo lo que tú eres.
Indefensa me sabes y quizá me proteges.
Un abrazo lo cambia todo. Un beso en la frente y algo de certeza me devuelves.
Complicidad renovada.
¡Sin censura! me adviertes.
Sin etiquetas, sin compromiso... mas que esa delicada promesa de querernos.
Y el riesgo de compartir una intimidad pasional con la persona amada.
Con el cielo en una mirada.
Y el infierno en esta emboscada.
Tú. Yo.
Sin ton ni son.
Sin protección.