“Playa Médano, Cabo San Lucas: mi rincón de paz.”
Por Mireya Cerrillo.
El mar sabe a nostalgia con un poquito de sal...
Una sal que escuece el alma.
En la arena siento un calor que se me antoja a soledad.
Y con el vaivén de las olas, me percibo ausente en un viaje a la memoria.
La playa me arropa, el barullo me alegra; todo esto me calma.
Y si bien, a veces olvido quien soy:
El mar sabe a añoranza con una pizca de gracia.
Construyo nuevos sueños areníscos que se van al océano y se pierden en su bendita infinidad.
En ese azul claro y profundo quizá me vuelva a encontrar.
En sus aguas me limpio y quieta ante su inmensidad; el silencio me habla y me vuelve a inquietar.
El mar sabe a serenidad.
El sol me invita a arder.
Y en éste médano en el mar de Cortés, renazco para volver a ser.
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