domingo, 25 de octubre de 2020

Fracciones...

 

“La vida no se mide por los momentos que respiras, sino por los momentos que te quitan el aliento.”

Soy Mireya.
Escribo desde la calma y la misma tormenta.
Sobreviví a lo más fuerte y poderoso que conozco:
Yo misma.

No, no es un ego inflado.
Es uno desganado.
Uno que se ha rendido a la vida y a la muerte....
Y han logrado estremecerme.

Puede que me sienta fuera de lugar.
Ajena.
Con ganas de reír y jugar...sin pena.
Pero sigo si algo siento es miedo, resiliencia comprendida.
¡v i v i r!

Ir, venir. Subir, bajar.
Lo mismo pero diferente.
Yo: la misma de siempre. 
Con mis nostalgias y añoranzas,
Esa alma triste pero con un motivo y una constante.

Algunos instantes.
Esa mirada.
Esos ojitos que parecen míos y no lo son.
Esa nariz que respira por dos.
¡Me fortalece!

Muero.
Morir lentamente y estar de regreso.
Me veo en ti y de pronto ¡búm!
¡pertenezco!.

¡Gracias por existir!
¡Te extraño!
¡Te necesito!
¡Recupérate pronto!
Pronto es ahora.
Ahora ya es tarde.
¡Te quiero.!
Enséñame el mundo.
Tú. Yo. ¡Te comparto y te comprendo.!
De corazón, mi corazón te lo agradece.
Gracias. Gracias. Gracias.

Mi letra ha cambiado: eso parece.
Es más pequeña. No tengo fuerza.
Sin embargo, el dolor y la pena: musas y compañeras de lenguas.

Me morí durante un lapso de entre seis y siete.
De un día siete del mes diez del veinte veinte.

Parecen fracciones: así la vida. Así la muerte.

A momentos.
A ratos.
A espacios.
A silencios.
A instantes...





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