lunes, 14 de diciembre de 2020

Huidizo...

 

                                                        Amor fugitivo, escultura de Rodin.


"Qué importa esperarte un ratito, cuando jhace más de una vida que nos venimos queriendo encontrar", Brando.


Intento no pensar en aquello que fuimos,

Sin embargo, si me dejo llevar,

oníricos deseos es lo que entreveo.

 

Recuerdo mil y una cosas,

Detalles, momentos.

Y solo eso puedo hacer: rememorar.

porque ahí se queda todo: en la memoria.

 

Mas no puedo dejar de cuestionarme.

¿y tú qué piensas?

¿y tú qué sientes?

Sea lo que sea, se queda en un silencio perenne.

 

No te preocupes. Lo intuyo.

Lo tuyo. Lo mío es algo huidizo.

Se escapa de mis sentimientos.

Se va de tus manos.

 

Nos evade y se evapora.

Y como yo en todo.

Me fugo más permanezco en capricho.

Con una idea, una tonta ilusión.

 

Seamos amigos.

Seamos francos.

Seamos honestos.

Seamos lo que no fuimos.

 

Ese par de huidizos y fugitivos.

Que no saben amar,

Que se desean abrazar.

Escurridizos nos dejamos llevar.

 

A huir, a escapar, a no ser y no estar.

A correr, dispersarnos…

En sueños, o a ratos.

En vida o en el más allá.

¿Esta vez quién se irá primero?



Amor fugit de Rodin: Dante describe en el segundo círculo del Infierno el errar sin fin de las parejas unidas por un amor prohibido, a lo que Rodin añade una inspiración baudelairiana. El hombre y la mujer no desempeñan el mismo papel: la belleza y la sensualidad de la tentadora, arrastran al hombre hacia su caída.

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