"A un gran corazón ninguna ingratitud lo cierra, ninguna indiferencia lo cansa" Leon Tolstoi
Por Mireya Cerrillo.
Ya no quedan
lágrimas ni palabras para esto que decidiste abandonar.
No hay más
poesías ni cartas, ni siquiera una tonta canción.
Perdí la
batalla y nos quedamos en guerra.
Blindada está
mi alma pues por ti ya no va a sufrir.
Al final aprendí
que de amor nadie se va a morir.
La cura es este
adiós lleno de tormentos.
Sorda estoy a
tus locuras.
Ciega soy a tus
encantos.
Y muda a tus frases
duras.
Me marcho en
paz con esta extraña sensación.
Te dejo tu
corazón confundido, ocupado y de roca a mi pasión.
Ya me sé el
cuento de memoria.
Y cansada estoy
de este sube y baja.
Nada me detiene
en tu trayectoria.
Pues ante ti estaré
siempre en desventaja.
Y me llevo a mi
corazón acorazado.
A pelear otras
peleas.
Me despido así
sin gloria ni pena.
Pues la vida es
tan corta.
Que aunque tu
fuego aún me quema.
Este es el último
adiós.
No hay comentarios:
Publicar un comentario