sábado, 1 de octubre de 2016

30...Sakura...


"A los 30 comienzas a alcanzar los sueños que persigues hace más de 10 años."


Por Mireya Cerrillo.


"Treinta..." léelo letra por letra: "t-r-e-i-n-t-a..." Sí Mireya, hoy cumples 30. Hoy, llegas a cumplir 3 decenas de vida en esta tierra... Y dime, ¿qué has hecho?... ¿Cómo te sientes?... ¿Cuál sería tu balance?...
Hay muchas cosas que me hubiera gustado tener para cuando cumpliera 30, y no las tengo. Sin embargo, el balance es bueno pues tengo otras que han llegado a mi vida tan sorpresivamente que no puedo y no voy a quejarme. Hoy no. No en mi cumple.
Y es que Mireya a los 30 es:
Una mujer aún con miedos, pero dispuesta a enfrentarlos.
Una niña con ilusiones y sueños.
Y cuando la ocasión lo amerita, toda una culta y preparada dama.
Mireya es tantas cosas a la vez que le cuesta simplemente ser...y estar...sobretodo estar.

Estar así como la flor de los cerezos... Pues aunque aparecen una vez al año, su aroma y fortaleza permanece...Las flores de sakura son conocidas por la breve pero brillante temporada en la que florecen.
Por eso elegí el árbol de los cerezos como símbolo de mi festejo. Y es que es tan emblemático su significado que me parece cautivador.
En la cultura japonesa se relaciona al árbol del cerezo con la lealtad, la femeneidad, la delicadeza, la fertilidad, la juventud, la inocencia, la esperanza, el poder, la dulzura, la belleza femenina y el amor.
Y justo así siento estos 30 años: delicados pero intensos. Breves pero brillantes...
El sakura o flor de cerezo, es un símbolo de la naturaleza que expresa que la vida es transitoria y que por eso es mejor no apegarse a nada. Una metáfora de la vida misma. Y eso quiero aprender...a dejar ir. 

Esta noche, haciendo memoria de lo que han sido estos años, me siento y sé afortunada de haber nacido en fecha tan significativa. Bajo la protección del arcángel Miguel, y por eso, esta noche de San Miguel me ilumina un halo azul que me llena de fuerza y esperanza, hoy más que nunca pido con fervor a mi guardián y protector que me guíe y cuide de mi misma y que con su espada aniquile todos mis más oscuros demonios. Esos que entre nostalgias me llenan de zozobra.

No sé si precise de más de un ritual a San Miguel o de evocar continuamente a los cerezos para plantarle cara a lo que me atormenta constantemente y aprender a saborear la vida. 
Lo que es cierto, es que así como una flor de cerezo se asocia con la fragilidad y transitoriedad de la misma, también significan la sencillez y el renacimiento que trae la Primavera. Y si bien yo no nací en Primavera, elijo renacer y transformarme cada vez, cuantas veces sea necesario, cambiar de hojas, pero mantener mi esencia.

Sakura Mireya... Sakura!
Es tiempo de florecer.




2 comentarios:

Charo Bolívar dijo...

Felicidades, amiga.

Me alegro de saber de ti y de que cumplas treinta. Es una edad que recuerdo con mucha ternura y cuando me sentí más mujer, más libre, en resumen, más yo.

Charo

Mireya Cerrillo dijo...

Muchas gracias! Qué gustazo leerte. Deseo que el tiempo nos reuna pronto. Un abrazo fuerte hasta allá mi segundo hogar! :)