“Para que nunca haya
malentendidos, para que nada se interponga voy a explicarte lo que mi amor
convoca.” Mario Benedetti
“Recordar es fácil para quien
tiene memoria, olvidar es difícil para quien tiene corazón.” Gabriel García
Márquez.
Por Mireya Cerrillo.
Trato de olvidar tus ojos, tus
manos, tu cuerpo, tu mente, tus labios, todo tú… pero en mi amor está aún tu estampa
aunque ausente, lejana, distante y silenciosa.
Es imposible olvidar algo que me
dejó hermosas experiencias. Es absurdo intentar desconocer todo lo que de ti aún
sigo viviendo y aprendiendo.
Y es que así es el corazón, espera
que pese a todo, todo pase, cuando en realidad se queda todo y con mucho peso,
siempre hacia adelante.
Mi ser reclama el olvido. Y tú
proclamas mutismos. El intermedio sería aclamar la paz entre este par de seres
atormentados, divididos y confundidos.
Pero en realidad lo que mi alma
reclama no es la indiferencia del olvido sino el respeto mutuo ganado y un
final merecido: en silencio si quieres, pero hay que reconocer ser agradecidos.
Enfadado si prefieres, pero en armonía si te atreves.
Ya no quiero malentendidos ni
tergiversaciones, sólo quiero que dejes de ser mi gran cúmulo de imposibles
tentaciones. No quiero extrañarte ni anhelarte, solo quisiera poder de mi mente
aislarte.
Ya no quiero reclamarte… nada,
absolutamente nada. Y es que tanto quisiera amarte, que en cambio prefiero
llevarte conmigo aunque mil veces mi corazón tenga que negarte.
Eras el pretexto para ilusionarme, más serás lo que siempre has
sido, la ilusión que engrandece mi arte.
Gracias por estar en mi poesía, a
veces triste, a veces alegre, pero constantemente tú, de mis letras mi gran
osadía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario