“El amor es un misterio. Todo en él son fenómenos a
cual más inexplicable; todo en él es ilógico, todo en él es vaguedad y absurdo.”
Gustavo Adolfo Bécquer.
Por Mireya Cerrillo.
Hace tiempo sé
que mi palabra es: misterio.
Quizás es
porque eso te define: algo secreto y difícil de comprender.
Antonio Machado
diría: “amor peregrino, he adivinado el camino para llegar hasta ti”.
Yo voy intentando
predecir el destino del sueño en el que te conocí.
Voy despertando
y te encuentro en un lugar reservado.
De mi alma eres
dueño, eres mi cachito de cielo.
Si buscas abrigo,
lo encontrarás conmigo sin mayor empeño.
Tú sabes que
ese es tu mayor anhelo, sellar el trato con la deuda de un beso.
Oscar Wilde
dijo que “el misterio del amor es mayor al de la muerte”.
Quizás tiene
razón. No entiendo este no poder interpretar ni pertenecerte.
En el Principito
leí que: “Cuando el misterio es demasiado impresionante, es imposible
desobedecer”.
Si eres el
príncipe de esta enamorada princesa, ¿cuánto tiempo más para poder ser?.
Eres algo tan
oculto en mi alma y mi pecho,
que no concibo
el desvelo sin esta melancolía.
Me estremezco
de noche añorando tu mágico acento,
Te quiero tanto
vida mía que eres mi sueño de noche y de día.
Me adormezco
embriagada, como siempre embelesada.
Tú: arcano en
lo más recóndito de mi ser.
Son tus ojos,
es tu mirada.
Y me corrompe
no poderte ver.
Te encuentro escondido
en mi subconsciente.
Me adormeces y
bajo la luna y las estrellas
surgen mis
versos, mis poemas.
Mi corazón no
miente, sabe lo que siente.
No me equivoco
al desear tus besos.
Sabes que mi
boca es tuya si me dejas.
A todo mi
cuerpo alteras.
Yo sólo quiero
probar tus labios gruesos y traviesos.
Entonces me abrazo
a la nada, a ese único secreto.
Evoco sensaciones
y recuerdos. No es un juego, es en serio.
Inalcanzable al
mar se van mis profundos deseos,
al mar oscuro y
tan lleno de misterios.
Todo tú eres un
acertijo:
mi mayor
entretenimiento que no logro descifrar.
Mi enigma y
rompecabezas:
rompecorazones e
inquebrantable idilio.
Sueño que te
despierto.
Despierto y me
doy cuenta que quien sueña soy yo.
Sin embargo te
abrazo en silencio,
y disfruto este
misterio de amor.
Te quiero: eso
no es secreto.
Te deseo: no
hay mayor misterio.
No hay nada
oculto en mí.
Todo lo evidencio
gracias a ti.
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