"Mi locura es sagrada. No me toquen."
Por Mireya Cerrillo.
Me he quedado sin letras.
Este es mi adiós a ellas.
Renuncio a la catarsis.
No hay quien pueda ayudarme.
No hay quien quiera quererme.
En el tablón de anuncios y clasificados dice simple y llanamente:"Claudicó por falta de lectores.
Porque su inspiración eran la desolación y la tristeza.
Porque a pesar de reír de todo y llorar por nada.
Sólo en pena, le surgía la verborrea.
Y fastidiada de sí misma.
Dimite a lo más sublime de ella.
A componer prosa y poesía.
¡Vaya tontería!"
Abajo del mismo se lee:
"Se busca.
Aprendiz de las letras.
Que escriba con alma sombría.
Y carezca de tenaz sabiduría,
para cometer estupideces sin petimetra.
Y nos exprese sus hazañas, glorias y penas.
De preferencia: con mente suicida."
Mas no pudo cesar a sus funciones de escribano y poeta.
Pues no había otra como ella.
Intentó silenciar a las musas.
Y sólo logró avivar la juglaría.
Prometió entonces con porfía:
"Si a mis letras renunciare.
Y para inspirarme, vivir una desventura debiera
Con mi pluma enterradme.
Y quitadme la vida con premura."
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