"¿Quién dijo que extrañarte no dolía?"
Por Mireya Cerrillo.
No quiero dejarte ir.
No quiero decirte adiós.
Quiero volverte a sentir.
Quiero que seamos dos.
Te he echado mucho de menos.
Me ha costado tanto no pensarte.
Extraño demasiado tus besos.
Me duele tanto anhelarte.
¿Y qué tal que esto es una pausa?
Una de esas que se alargan.
Una con mil y una causa.
Más dos necios que se extrañan-
Cada día es una pelea.
Cada noche me invaden tu recuerdo.
Mi corazón que tambalea.
Y el tuyo que siento pierdo.
Hace casi un mes decidiste poner un punto final.
Yo puse tres puntos suspensivos...
He llorado un caudal,
y me duele sentirte decisivo.
Quisiera que dudaras un poco,
que nuestro ego no nos cegara,
que por mi te volvieras loco
y que tu mirada todo lo insinuara.
No quiero dejarte partir.
No quiero decirte adiós.
Duele mucho este amor...
no lo niego, no voy a mentir.
Realmente en nosotros creí,
de verdad que muchas cosas lamento.
Pues tantas veces cedí,
sin duda ni miramiento.
Pero el amor es para los ciegos,
y el desamor para los poetas.
Escribo a deshoras y en sosiego,
y en el corazón esta grieta.
No quiero dejarte.
Quisiera hoy más que nunca abrazarte
y no soltarte.
Aferrarme a los bellos momentos,
y a la vez que de mí te enamoraste.
No quiero decirte adiós.
Tengo un corazón muy terco.
Mas sólo le pido a D-os,
que me dé paz y consuelo.
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