"No hallo fuera de mí en que me afirme
nada de humano y me resulto hueco;
si esta cárcel por otra al fin no trueco
en mi vacío acabaré de hundirme"
En Horas de Insomnio - Miguel de Unamuno
Por Mireya Cerrillo.
Otra vez es de
noche
y yo no puedo conseguir
dormir.
Me reencuentro con
mi gran confidente
que custodia y
vigila mi sufrir.
Es el oscuro manto
de la luna
que intenta inútilmente
apagar tu recuerdo.
En vigilia de mis pensamientos
vanos,
despiadado insomnio
por tu ausencia.
Así son mis
tinieblas.
Este insufrible
añorarte.
Imposible dormir
sin pensarte.
Así es mi
corazón en vela.
Mas tengo tregua
con las estrellas.
Saber si en la
lejanía tú me anhelas.
Tú y el desvelo
son mi condena.
Las sombras que
aparecen entre la niebla.
No hay luz que
alumbre mi alma en luna llena.
No hay calma en
mi taciturno suspiro.
No hay cura
para esta pena.
No hay siesta a
mi desvarío.
No existe paz
que apacigüe mi alma.
Quisiera no más
oír las voces de mi cabeza.
Está en mí ser
y mis entrañas:
lo dulce y
amargo de tu crueza.
Son insufribles
mis demonios nocturnos.
Trasnocho e
intento de mañana volver a despertar.
Es un engaño
que se toma sus turnos,
para olvidarme
de un buen pernoctar.
De mí, todo
retumba en un eco.
De ti, todo
resuena en mi pecho.
Quisiera hundirme
en mi almohada.
Quisiera no
fueras más un fantasma.
Mi suplicio es
un fallido olvido lleno de recuerdos.
Me esclaviza Morfeo
a quien de noche no encuentro.
Mas descanso si
me sé guardiana de tus sueños,
pues es ahí donde
siempre te encuentro.
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