viernes, 28 de marzo de 2014

Mi necio corazón...

"¿Por qué se me ocurrió quererte si sé que no puedo tenerte?
Es tu amor mi padecer y es mi necio corazón que se aferra a ti y tú lo evades."

Por Mireya Cerrillo.

Tengo un temor en el pecho
y un tremar en el cuerpo.
Grandes incertidumbres
de los pequeños secretos.

Eso hacen nuestros miedos,
traer pesadumbre y desasosiego.
Pero en mí no hay titubeo
para decir cuánto te anhelo.

Esa angustia y duda
es culpa tuya y del destiempo.
De la irresolución de tus sentimientos,
de tu constante silencio y huida.

Quisiera acabaras con esta interminable dubitación.
Que te permitieras apreciar la agitación de este loco corazón.
Que pudieras ver en mis ojos el amor.
Y que con una mirada tuya mitigaras mi dolor.

Pero es imposible lo que en estas líneas te expreso.
Mas es factible que un día aceptes tu verdadero sentir.
No habrá determinación ni osadía
hasta que reconozcas el desconcierto que causa en mi todo de ti.

Así es este amor vacilante y menguante.
A veces lleno de convicción y esperanza,
de paciencia para serte y pertencerte.
Pues cuando se ama sólo se necesita templanza.

Mi certeza es saber que lo que por ti siento es fuerte.
Mas me inquieta saber si tú sientes lo mismo que yo.
Quizás sólo fue la ilusión de amarte y el capricho de tenerte,
y esta alma mía que en la quimera de tus ojos se perdió.

Pero lo que trae paz a mi inquietud
es saber que por un momento de verosimilitud:
Tu corazón durmió en el mismo sueño que yo,
y por un instante en el amor también creyó.

Ya no interrogaré a este cariño que poco a poco se desvanece.
No dejo de cuestionarme si quizás doy mi amor a quien poco se lo merece.
En mí hay impulsos y en ti sólo hay reclamos.
Pero es necio este corazón que se aferra al recuerdo de hacernos daño.


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