“Me basta con que
el cariño que me tienes te haga extrañarme un poco, lo suficiente como para
pactar un encuentro. Te quiero más que a mi propia piel, y aunque no me
quieres de igual manera, de todos modos algo me quieres, ¿no? O sí no es
cierto, siempre me quedará la esperanza de que así sea, y con eso me conformo.
Pues de todas formas te adoro...Claro,
también me gustaría que estuvieras loco por mí y pensaras aquí me quedo, ya la
encontré, ya te encontré, me gusta todo de ti, hasta tú… Quiéreme tantito
aunque con las migajas de tu amor me rompes el corazón tenuemente, poco a
poco… porque aunque me duelas, me conformo con que me quieras tantito.”
Fragmento carta de
Frida Kahlo a Diego Rivera.
Por Mireya Cerrillo.
Quiéreme si te
atreves,
así sin miedos ni
mentiras.
Quiéreme a
ratos, quiéreme ausente,
así con osadía
y sin máscaras fingidas.
Quiéreme en
exceso, sin excusas y de verdad.
Quiero sentirte
en lo más excelso.
Quiéreme sin
piedad,
pero con
dulzura para salir ilesos.
Quiéreme sin
temor ni pudor,
sin esconder
tus sentimientos.
Déjate creer
este amor,
para sentir hasta
el último tremor.
Quiéreme urgente
y sin reproche.
Enamórate de
mis debilidades y fortalezas.
Quiéreme de día
y de noche,
sin horario y
con franqueza.
Quiéreme
cercana y alejada, sin más puntos suspensivos.
No dejemos más
a lo entredicho.
Quiéreme para
sentirnos vivos,
y como nunca
nos hemos querido.
Quiéreme pues
no te lo había pedido.
Quiéreme un
instante que dure para siempre.
No te quiero
saber perdido,
sin sentirme
tuya, no más distante.
Quiéreme sin
decir adiós ni falsas promesas.
Pues aunque lo
tuyo no sea fingir,
miénteme como
cuando me hacías tu presa,
como cuando
pretendes huir.
Quiéreme con
mis celos, mis enojos y mi carácter,
con mis
agonías, mis risas y mis lágrimas.
Quiéreme con tu
único ser,
con mis poesías
y mis rimas.
Quiéreme sin
más quimera
que desvelo
para ser contigo dos.
Quiero que seas
tú quien me quiera
más de lo que
te quiero yo.
Quiéreme
valiente y muy intensamente.
Pues si jugamos
con tus reglas de amor
temo decirte
que perderás incesantemente,
y nos
romperemos continuamente el corazón.
Quiéreme
completa y sin excepción.
Despacio, ayer,
mañana y hoy.
Quiéreme tú,
con tus palabras y sin guion.
pues sé que me
entiendes tal sin saber bien a dónde voy.
Quiéreme como te
anhelo y así como soy,
así plena y llena
de fuego.
Con mi luz, mis
sombras. Contigo.
Tú inquieto,
ciego, sensato y sin ego.
Quiéreme con
cariño y con admiración.
Hazme tuya con
pasión.
Quiéreme sin
razón y sin mayor explicación, ¡te lo pido corazón!.
Quiéreme porque
sí, ¿por qué no? Esta es mi más íntima petición.
Quiéreme para
volverme a querer,
hasta quedar
tatuada dentro de tu piel.
Yo sólo quiero
tu sonrisa,
y esa mirada tuya
que me hechiza.
Quiéreme sin
pensar ni hesitar.
Regálame una
noche de estrellas frente al mar.
Quiéreme sin
falsedad y con humildad.
Prometí ser tuya
y te lo voy a demostrar.
Quiéreme como se
quiere la primera vez.
Quiéreme el
resto de mis días, así con ganas y con sed.
Quiéreme como
si no hubiera otra ocasión
para
ser, para estar, quiéreme con ignición.
Quiéreme
mirándome a los ojos:
ve
mis sentimientos y todo lo que por ti siento.
Quiéreme
despierto y en tus sueños,
ya
no tolero más éste inquietante tormento.
Y
si acaso no me quieres y me prefieres olvidar:
quiéreme
frágil en un efímero momento.
Pues
como te quiero yo, quizás nadie te querrá.
Quiéreme
al final y quiéreme primero como yo te ofrezco:
Quererte
de lunes a domingo,
algo
único, mágico y distinto.
De
enero a diciembre, quererte de mil maneras diferentes,
sin
mayor interés que vivir para sorprenderte.
Quiéreme
en primavera, en verano, en otoño y en invierno.
Con
frío, con bruma y con tu diablura, seré tu lluvia, seré tu calor.
Quiéreme poco a poquito. Quiéreme entero. Quiéreme con valor.
Que
yo te seguiré queriendo, aunque sea así en secreto.
Con
quererte sin que me quieras, me conformo yo, así con poco.
Aunque
quiero que me quieras completa, en el insomnio de la madrugada.
Quiéreme
con mis blancos, mis negros y mis colores, así sin nada, así con todo.
Quiéreme
toda, o no me quieras. Así: risueña e ilusionada.
Déjame
quererte, qué más da si no hay nada que perder y mucho por ganar.
Quiero
quererte tanto que creo voy a enloquecer.
No
dejes morir este amor que por ti siento por miedo a fracasar.
Quiéreme
si te atreves, así poquito a poco, que el amor es un día a la vez.
1 comentario:
Tocas hasta la celula mas profunda. Me encanto!
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