"Si lo que lees te acongoja el corazón, imagina lo que siento al escribirlo por culpa de tu desamor".
Por Mireya Cerrillo.
Una tormenta del corazón es manifestar tu amor en el mundo. Yo
en tempestad, te expreso:
¡Pum, pum! - estás en donde sea.
Estás aquí dentro aunque de pronto no te tenga.
¡Pum, pum! - se abre mi corazón coraza,
palpitas dentro y mi aliento arrebatas.
¡Advertido! Se te puede ir mi amor por insistir en la música del
olvido.
¿Se puede acabar lo que siento por ti? Aún me resisto.
Se te va el tiempo buscando razones que te faciliten un adiós.
¿Acaso aún tengo motivos para anhelarte? Persisto en conocerte
amor.
¡Pum, pum!- Viajas en mis lágrimas, rondas en mi mente y te
revelas en mis poesías.
Eres dudas, eres fuego. Eres mi amor viajero. Eres mil luces
sombrías.
De día y de noche, así te quiere mi corazón entero.
Sin embargo habitas los trozos de una querida ilusión, así que
trátalo con esmero.
Pedazo de mi alma y de mi corazón.
Ya no puedo quererte como tanto te quiero.
¡Pum, pum! - Lates en cada centímetro de mí.
¡Pum, pum! - En mis deseos de ser por ti.
Y me siento perdida sin saber qué hacer.
Inventando letras que imploran a mi alma distraer.
¡Pum, pum! - Hay un ciclón en mi pecho.
Ven y cálmalo con el viento de tus besos.
Esto va con la intención
más firme y sincera:
Que sepas que vives en mi corazón,
y aquí corriendo por mis venas.
Ojalá jamás sientas lo que siento yo.
Que no experimentes lo que me duele tu desamor.
Aunque si sientes lo que te profeso y concibes un poco de amor
Te prometo todo de mí, sin medida y sin control.
¿Cuánto más para este suplicio?
Ya no más, te suplico.
¡Dime algo por favor!
Y devuélveme la paz, sólo eso te pido.
Y devuélveme la paz, sólo eso te pido.
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