Por Mireya Cerrillo.
Si puedo inventar un verbo diría "te nostalgio", así vuelvo a pensarte siempre con cariño aunque mi corazón te sepa perdido.
Esta mañana me invadió una terrible nostalgia. Una ausencia irrumpió mi pecho, se escurrió por mis ojos y me carcomió los sentidos.
Esta mañana me invadió una terrible nostalgia. Una ausencia irrumpió mi pecho, se escurrió por mis ojos y me carcomió los sentidos.
Esta nostalgia se traduce en ese continuo
regreso a ti pues siempre vuelvo a pensarte. Sigues en cada uno de mis sueños y
eres la expresión de todos mis deseos.
Del griego "nostos", nostalgia es una palabra que me evoca los recuerdos que a
veces creo perdidos. Pero regreso, te pienso y entonces revivo cada breve
momento compartido.
Pero me duele saberte distante e
incluso perdido, que no te encuentres y no te des cuenta de que te quiero como
no sabes quererte. Y que mi alma te reconoce aunque tú te desconozcas a veces.
Tengo saudades de momentos,
saudade de ti. Te nostalgio. Y te añoro.
Añoranza: del catalán "enyorar" que significa recordar la
ausencia de algo querido. ¡Te quiero!, lo sé. T’enyoro. T’estimo… ¿lo sabes?
Mi corazón impaciente se aferra a ti y sé que no debe. En esos
momentos de locura en que ansío hablarte, el ruido de tus silencios me obliga
a callarme.
Y en esos espacios entre segundos en que pienso en ti, en
vez de quererte menos cada día te amo más. Y me duele quererte así, en intervalos.
Lo que fuimos y no fuimos. Lo que somos y seremos. Lo que
eres… eso es lo que más echo de menos.
Por eso amor mío, por eso una vez más te digo: desconozco la
increíble hazaña del olvido. Y mientras comprendo este fastidioso adiós, pongo
mi fe y mis ganas en el destino. Ese maktub* que me regale finalmente la luz de tu oscuro y
misterioso amor.
*vocablo árabe y significa está escrito.
*vocablo árabe y significa está escrito.
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