"La cometa se eleva más alto en contra del viento, no a su favor"
Winston Churchill.
Por Mireya Cerrillo.
Pareciera que
todo estuviera en contra:
el viento, la
dirección y la marea.
Miedo y vacío a
pesar de la pelea,
enfrentando sueños
y pesadillas en pena.
Siempre, nunca y
jamás:
son las cosas que
no se han de mencionar.
Pero parecen clavadas
en tu breve musitar.
Palabras náufragas
entre tu piel y nuestro continuo desvelar.
Una ráfaga de
viento me eleva,
un céfiro me
dice espera.
Interrumpe mi
viaje
y contra viento
no puedo con todo éste desear.
Mas ir contra
la corriente
va dejando
marcas del combate.
Y es que tú no
lo sabes,
pero pensarte
así, me abate.
De mi brújula
eres el norte.
Las olas del
mar me llevarán a tu puerto.
Viajando siempre
contra el viento.
Ahí donde estás
tú, está mi conforte.
El viento me
llevará a otra costa.
Una nueva o quizás
ya puerto viejo.
La idea es
estar lejos.
Navegar nuevamente,
esta vez a posta.
A tu lado
viajando contra el viento,
quiero vivir
mis sueños despiertos.
A ojos cerrados
así te siento.
A ojos abiertos
te vuelves un recuerdo.
Sumergida en
mis propios pensamientos
vivo en otro
mundo al borde del abismo.
Es una broma de
la distancia y el destino,
una infamia
esto que sentimos.
¡Shh!… siente
como murmura.
Oye cómo pasa
entre los árboles,
viaja por el
mar y sube al cielo: escucha,
siente el calor
de otros soles.
Se dice que el aire
apaga las velas
pero también
aviva las hogueras.
La ausencia
disminuye pasiones,
y la distancia
enciende corazones.
Nada impide el
viento,
para eso se
construyen molinos.
Y yo sigo aquí
con esto que siento:
no es secreto, a
las palabras se las lleva el viento.
Y si para luchar
contra molinos de viento
he de volverme Don
Quijote:
Lucharé contra
el tiempo y el destiempo,
navegando por ti
en barca, velero o bote.
El silencio es
como el viento:
debes poner
atención para interpretarlo.
A veces puede
sonar a olvido,
y otras a un extraño
te quiero.
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