sábado, 30 de septiembre de 2017

Cumpleaños ¿feliz?...





Por Mireya Cerrillo.

Hace 3 meses escribí mi última entrada en el blog... A veces pienso que escribir es una tarea inútil. Sin embargo, sé que es la única manera en la que puedo expresar todo lo que siento sin importar si me leen o no. Simplemente necesito volcar mis emociones en algún lado...

Ayer fue mi cumpleaños, y en comparación a años anteriores fue uno muy diferente. Este no lo esperé con la emoción de siempre, y mucho menos con los festejos que han marcado otros cumples... No es que sea relevante para todos, pero para mí es más importante mi cumple que Navidad o cualquier otra celebración.

Un cumpleaños de por sí ya marcado por los sismos recientes, y un día que desde temprano empezó raro...

Creo que la razón principal por la cual me gustaban mis cumpleaños, es porque una vez al año se te permite ser el centro de atención de tu pequeño mundo. Y en esta ocasión no fue así. 

Lo más irónico es que cuando son los cumples de otras personas que me importan y a quienes quiero, yo me desvivo en detalles y cariño... Pff! Una vez más, queda comprobado que damos lo que necesitamos... ¡Mireya necesita detalles. Mireya necesita cariño...!
¿Es tan difícil comprenderlo Mireya? Que no todos son tú. . . y que quizá no te dan nada porque ellos no necesitan nada... ¡Qué egoísta eres por pensar sólo en tí el día de tu onomástico!

Aunado quizá a la anhedonia otoñal o a la depresión que me da saberme aún en este mundo, pues tampoco pensé o quería llegar a cumplir 31, y el miedo aquí me tiene. Porque ahora sé que el miedo me mantiene en ésta parálisis de vida.

Más siempre hay personas que te hacen pasar un buen día a pesar de sus propias circunstancias.  Personas que te regalan una sonrisa, un abrazo y excelente compañía.
Personas que de verdad son únicas... que son como he dicho desde un principio... ángeles terrenales. Personas que dan luz en medio de momentos oscuros. Luz de Liz la llamo... Y a ELLA le agradezco el SER y ESTAR siempre conmigo y para mi. Y el hacerme sentir por 1000 el cariño que en otros siento ausente. . .

Quizá no haya sido el más feliz de los cumpleaños... ni tampoco el mejor de los días, pero por unas horas... fui feliz.