lunes, 27 de junio de 2011

Puntos suspensivos...


Por Mireya Cerrillo.

Ayer empecé a escribir el último capítulo de esta gran experiencia que ha sido Barcelona. Con una fiesta llena de risas y que irremediablemente terminó con lágrimas de un: nos volveremos a ver, echo la vista atrás, recuerdo y escribo.

Escribo aunque escribir una carta de despedida representaría un compendio de aventuras, que comprometido con la falta de palabras suficientes para expresar mi gratitud a cada uno de los que me han acompañado en este viaje, sin más remedio concluiría con un adiós o un hasta luego.

Ahora sí, sin muebles en mi habitación, con mis posesiones repartidas, y con nuevas maletas por empacar pero aún con mucho miedo, ganas, y las mil ilusiones que me trajeron aquí continúo mi viaje a Ítaca. No sin antes recordar a los amigos que se van quedando tras de mí, aquellos lugares que han marcado mi presencia en estas tierras y este intento de una carta que con suerte, logre expresar el choque de las mil emociones que en este momento voy sintiendo.

Es grato saber que dejo a tantos buenos y sin duda, queridos amigos. Es agradable saber que mis metas han sido cumplidas y en gran medida, gracias a todos ellos. De las pocas cosas que sé:

Hoy sé que no me voy, sólo cambio de lugar pues me llevo parte de Uds. conmigo. No es un adiós, es un hasta luego, pues qué es una despedida sino un pretexto para volver a vernos, y hasta que el tiempo nos reencuentre, dejemos que ésta historia, nuestra historia se siga escribiendo, y en lugar de poner un punto final, dejémoslo en la sorpresa de unos puntos suspensivos.

Tres puntos suspensivos de las lunas por compartir, los amaneceres por abrazar, los viajes por descubrir y los pequeños trozos de tierra que unen mi ciudad con la suya…Tres puntos y las mil y un historias aún por contar…

No hay comentarios: