sábado, 17 de septiembre de 2011

Crisis...

Presence the gift of Uncertainty

Por Mireya Cerrillo.

"En las grandes crisis, el corazón se rompe o se curte"

Honoré de Balzac.

Una vez más estos sentimientos de incertidumbre me aquejan… Estoy en crisis: en medio de cambios bruscos, buscando adaptarme a la mutación importante en el desarrollo de otros procesos, (de orden físico, históricos o espirituales). En duda, en un momento decisivo.

La certeza de que todo estará bien se pierde con la vacilación del momento. Ni siquiera sé qué nombre ponerle a lo que siento. O mejor dicho, no sé por dónde empezar. Tengo miedo y tengo ganas… Como siempre, miedo a fracasar, a claudicar, a no poder, a que sea en vano. Pero ganas de triunfar, de amar, de viajar, de ser…

Crisis de no saber dónde estoy al despertar, lo llaman síndrome del inmigrante, del emigrante retornado y del emigrante interior. Y cuando me ubico, el desarraigo entra en escena, la distancia territorial, emocional me llevan a la tristeza del abandono y del olvido para llegar a la esperanza del cambio.

Tengo crisis de la que llora como nunca, de la que deja a su familia y teme volverse ermitaña, sola, del que vive buscando pero jamás encontrando, del que se aleja queriendo estar ahí, cerca. Sí, esa crisis del desorientado, sé de dónde soy, a dónde quiero ir, pero simplemente he dejado de pertenecer y no sé dónde me encuentro. Temo enamorarme de todo pero no de ninguno, quiero comerme el mundo y no sé si llegaré a tener un puerto final.

Ciudadana del mundo me llaman. Viajera, peregrina, extraordinaria dirían otros. Aventurera diría yo. Trotamundos, transeúnte, presente en un lugar y ausente en otro. Tantos idiomas me comienzan a confundir, no quiero olvidar mi lengua, ansío aprender otras.

Un montón de sueños, planes e ilusiones cargo en mis maletas, mi boleto no tiene regreso, y esome da miedo. Sé que todo pasará, que el mapa me llevará a conocerme, a reencontrarme y siempre, de vuelta a casa: a mis recuerdos y a mis ganas.

Un adiós, un hasta luego, una bienvenida y muchas despedidas. Mi historia son mil historias, anécdotas, cosas que pasaron y que pasarán. La perplejidad de cómo y dónde se escribirán me dan ganas. Ganas y mucho desasosiego. Melancolía, en espera de lo que está por venir. Incertidumbre…"porque sin crisis, todo viento es caricia". (Einstein)



1 comentario:

Anónimo dijo...

eres una mujer valiente y se que ninguna crisis y menos emocional te va a hacer declinar en tus metas trazadas. te amo y estoy contigo