viernes, 23 de marzo de 2007

“A mi me gusta vivir de noche…”

Por Mireya Cerrillo

Se dice que Puebla, es una ciudad con más centros nocturnos que iglesias, y eso ya es decir mucho, pues encontramos centros religiosos casi en cada esquina.
Alcohol, baile, amigos: son parte de la vida nocturna de los jóvenes, pero detrás de esta actividad preferida de muchos estudiantes, podemos encontrar datos muy interesantes y reveladores.
En una entrevista realizada a uno de los socios del corporativo de antros más grande de México, confirmamos lo ya sabido por muchos: la vida nocturna es la industria de más afluencia y ganancias si a diversión se refiere.
Por ejemplo: ¿sabías que es el martes es el día de más actividad económica y no el fin de semana como se pensaba? Pues aunque jueves, viernes y sábado son días de movimiento universitario, los consumos son menores.
Y tú, ¿cuánto consumes en una salida de este tipo?, y es que el pago del cover no incluye bebidas en la mayoría de los casos, ya sea que consumas por copeo o cooperes para la botella, el consumo mínimo aumenta el doble entre hombres y mujeres, siendo de $100 para ellas. Aunque revelador pero cierto, en barra libre son las mujeres las que consumen más alcohol y son las botellas más vendidas: el famoso “bacacho”, el único “Absolut”, el inigualable Johnny Walker (etiqueta roja), el inconfundible Terry y la espumeante Champagne en caso de cumpleaños o celebración especial. El consumo promedio por mesa empieza en $450.00 más servicio y puede llegar hasta los $2500 en una mesa de 10 personas.
Pero la vida nocturna no significa solo gastos, pues también es una industria que genera empleos, que varían de a cuerdo al tamaño y ubicación del antro. De los empleos generados, 80% de los puestos son ocupados por hombres, y solo el 20% por mujeres.

Sólo o mal acompañado: con amigos o con los “mala copa”, salir al antro es una actividad que te relaja, te divierte y te hace acumular historias que no te cansas de repetir en esas reuniones entre cuates: que si se rodó las escaleras, dijiste incoherencias, terminaste con el teléfono de un desconocido o simplemente fuiste el responsable conductor designado: “juevebes”, “beviernes”, o “sabadance” cualquier día y cualquier pretexto es bueno para reunirse.

1 comentario:

Anónimo dijo...
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