lunes, 6 de febrero de 2017

Oda al desasosiego...

"Los corazones son tan pesados cuando se vacían ..."
Por Mireya Cerrillo.

No quiero verte. 
No quiero saber de ti.
Quiero enterrarte en lo más profundo y no escuchar tu voz jamás.
Tengo un corazón vacío. Envenenado.
Una mente desenfrenada y una necesidad de abrazo que no puedo complacer.
Una soledad adolorida, castigada y llena de nostalgia.
Eres la voz del desamor y el desespero.
Eso oscuro dentro de mí.
El enigma y el desasosiego.
La que me dice: "no puedo", "no quiero".
Y te creo.
Cada vez. Con cada lágrima, con cada sollozo de desaliento me recuerdas que aquí no pertenezco.
Y exaspero. Me siento frustrada conmigo y sólo quiero desfallecer.
Ceder a ti, a tu encanto y a tu palabrería. 
Gritas fuerte. Te haces presente.
Estás ahí y sólo yo puedo escucharte. Sólo yo puedo detenerte.
Eres estruendo. Eres alboroto. Eres a veces: inocencia y traslado.
Eres deseo. Eres el silencio eterno.
Y te escucho aunque no quiera.
Y te desobedezco a regañadientes.
Pero ahí estás... te veo y te siento.
Y quisiera que fueras una mentira, una simple conjetura.
Eres quimera. Eres engaño.
Todo lo que quiero. Eso eres.
Y por un día. Sólo un día, intento no escucharte.
Pero eres más fuerte. Te pertenezco.
Y así, de un hilo tienes suspendida mi vida.
Y aunque respiro. Aunque siento. Aunque veo...
Todo es negro y frío y sé que por dentro una vez más he muerto en secreto.

No hay comentarios: