sábado, 1 de mayo de 2010

Aterrizar...


Por Mireya Cerrillo

“Posarse tras una maniobra de descenso, sobre tierra firme o sobre cualquier pista o superficie que sirva a tal fin. Llegar a tierra. Caer al suelo. “ (RAE)

Acabo de llegar de México y ésta vez, como muchas otras, aterrizar me es complicado. Es como si una parte de mí está y quisiera quedarse en México: en el abrazo de mis hermanos, en la mirada de mis padres, en el beso de mi abue, en las sonrisas de mis sobrinas, en los momentos con mis amigos, en los sabores de mi tierra y en cada instante compartido con los que quiero…En mi casa. Pero está la otra parte de mí que decidió volar, emprender otro camino, seguir un sueño, cumplir unas metas, ésta parte de mí que llegó a Barcelona y no sabe si quedarse. Duda de si logrará todas esas cosas y sobre todo, se cuestiona si la soledad y la ausencia de mi gente valen realmente la pena, al parecer, para mí es un precio caro el que se paga por vivir ésta oportunidad.

Aterrizar para mí, siempre es todo un proceso…De preguntas, respuestas, de aceptación y entendimiento de que todo esto es temporal, que yo elegí estar aquí y de que toda mi familia y amigos me apoyan.

Con éste viaje me di cuenta de que no importa si voy por diez días, un mes o dos, mis visitas a México siempre son un boom emocional, una recarga de baterías por todo el cariño y atenciones que recibo, pero al mismo tiempo, una descarga de equipaje: de cosas que voy acumulando y encuentro la manera de desfogarme.

Llegué como siempre, sin haberme querido ir, y aquí estoy, recordándome una vez más quién soy y lo que busco. Pero hay algo más, por primera vez, después de tantos viajes a México, de ir y volver, hoy no me siento feliz, realmente extraño y me siento incompleta. Siento que no pertenezco a estas tierras, son mis amigos los que me hacen sentir parte de algo que ahora, ya no sé si soy parte.

Al llegar, me encontré con muchas sorpresas, por ejemplo, una de mis amigas más especiales, ha emprendido una nueva aventura, un nuevo viaje y aunque estoy contenta por ella, me doy cuenta de que todos cerramos nuestro ciclo en Barcelona, y me pregunto si es hora de cerrar el mío.

Por otro lado, no soy la persona que la gente asume conocer, pues si ni yo me conozco…Estoy creciendo, aprendiendo de mis errores, y al parecer: madurando. Pero no lo quiero hacer sola, ya no. Ya no sé qué quiero realmente…Y sé que sólo yo tengo que encontrar las respuestas a las preguntas que hoy, siento como una tormenta.

De momento, estoy en la maniobra de descenso… Aterrizo en ésta superficie, tratando de mantenerme firme en que ésta, es la pista que me servirá para volver a despegar y alcanzar mis metas. Ésta es sólo una pequeña caída, un golpe que indica que toqué el suelo porque llegué a la tierra… Pero como cualquier ave u avión, volveré a abrir mis alas, y con la misma carga, aprenderé a seguir volando sola.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mi Rosita linda! De verdad que yo tb te quiero mucho y te extraño... aun no tengo tiempo de sentirme sola o aburrida... mañana será ese primer día, pues ya sabes comienzan los días de trabajo y yo me quedo sola en casa, buscando cosas que hacer... Ya tendré tiempo de echarte tremendamente de menos y de querer salir corriendo de aquí, jajajajaa-... espero sobrellevar la soledad que me toque, pues siempre te toca algo, y compensarme con lo que tengo, la compañía de la persona que amo... y deseo que tú hagas lo mismo, y piensa q ya te queda muy poco, un añito más y listo! Luego una nueva aventura vendrá y de seguro será tan provechosa y maravillosa como ha sido esta! te quiero! Ánimo!