domingo, 30 de agosto de 2015

Hechizo de Plenilunio...

"La luz de la luna ahoga todo, excepto a las estrellas más brillantes" J.R.R. Tolkien


Por Mireya Cerrillo.

Terminamos Agosto con luna llena, y con ella en todo su esplendor nos seducirá con su único encanto para embelesarnos. Ella, tan cerca y aún así tan desconocida. La luna tan llena de miradas que se perdieron en ella en busca de respuestas. En una palabra estará en lo más alto para hechizarnos  y llenarnos de magia.

Mi fascinación es escribir para con suerte un día descifrar estos rápidos pensamientos, desnudar mis sentimientos, y calmar con el satélite en plenilunio este ser lleno de tormentos.

Más preciso de un encantamiento y a la luna que conmueve, que cimbra y que estruja le pido:

"No dejes de ser mi cómplice de luz, y que en todas tus fases me ilumines para comprender mis ciclos más oscuros y compartir con serenidad un poco de esplendor a quien así lo precise. Te pido que en tus movimientos apacigues mis mareas y me permitas apreciar el universo en toda su etérea inmensidad, y que sea yo quien más así lo sienta y lo crea.
En un nocturno conjuro evita que me eclipse, y que si acaso me rindiera ante mi ocaso más profundo, devuélveme a mi órbita y hazme girar a pesar de la complejidad de mi elipse.
Recuérdame en tu reflejo sobre la mar el embrujo que como promesa me hiciste en el Mediterráneo y en el Caribe: de ser incansable viajera y poeta de todo lo que esbozo y no deduzco pero que mi alma concibe. Tú que escondes un conejo en tí; tú que eres deidad y bruja, te invoco a que me encantes de nuevo. Tú que modulas la esctructura de mis sueños, devuélveme la capacidad de maravillarme en el divino privilegio de ser presa de uno más de tus sortilegios. Descanso e inspiración para las noches de insomnio, y paciencia para los días de elegio.
Un embrujo de amor propio para estos ojos ciegos y necios, y un hechizo pagano para ser más servil. Encántame con tu relente para embelsarme y seducirme de la vida con lo más sútil."

Luna que eres bálsamo y ensalmo quita este ahogo con tu eterno mitigar. Así sea.

The near end...

"Cánsate corazón mío. Tómate tu tiempo para reposar; pues si rendirte debieras, aceptarlo tendrías sin hesitar."

Por Mireya Cerrillo.

Porque la melancolía me hace presa de la desdicha a ratos, me tomo una pausa, contemplo a la luna, pienso en aquella triste canción y en la vida que a veces se va demasiado pronto y otras muy lentamente. Es la pena el constante son de mi necio corazón que no escucha la razón, que no atisba otra opción y que no busca seguir ningún impuesto guión.
Es entonces que recuerdo lo que unos quieren que olvide, pero la reminiscencia está muy arraigada en mi. Hay días en los que simplemente no me entusiasma vivir, y sin embargo hay algo cercano a la vida en este sentir, esta mera existencia corriendo por mis venas que a momentos creo firmemente que se va a perder y dilapidar. Y persisto, insisto, resisto y sobrevivo sin sentirme plena, pensando en cómo volver a reir.
A veces esta increíble profundidad de poder apreciar tan intensamente se apodera de mi y me obliga a tener contacto con la vida, a advertir el amor verdadero, a evocar una que otra tristeza y a presagiar la muerte como un deseo que se debe abandonar aunque se anhele como mi única certeza.
No siempre estoy segura de entender el papel que he de interpretar, si soy protagonista o antagonista, si esto es un drama o una comedia, si soy brillo u oscuridad o simplemente una estrella que a pesar de su propia luz se va apagando poco a poco, y va quedando un relente opaco y sin fulgor que con parco resplandor sólo busca en el eterno firmamento permanente su lugar.
De todos los idiomas que pretendo entender hay un lenguaje que del todo no comprendo, y es sin duda el de esta ánima hecha pedazos que ha dicho todo, y que aunque le quedan palabras para explicar; son estos genes, esta mente y esta sangre los que hacen que derrame sentimientos y emociones en palabras de tinta que se plasman y no mienten.
Hay un hueco en mi alma que se ve en mis ojos y que se siente en mis poros; no necesitan verme llorar para evidenciarlo en mis enojos y más íntimos despojos. 
Mas no puedo prometer que mejoraré... pues sólo busco paz y libertad por una breve eternidad; así sea una serenidad disfrazada de ansiedad aunque a la misma vida desertare. 


martes, 18 de agosto de 2015

Pagliacci...

"Ríe payaso de tu amor destrozado,
ríe del dolor que envenena tu corazón..."
Pagliacci, Ruggero Leoncavallo.

Por Mireya Cerrillo.

En esta vida que es una mezcla de divina comedia e ínfima drama existe un personaje que a pesar de sus tristezas, busca la manera de hacer reír para recibir aplausos de una función que no es nada más que un improvisado montaje lleno de falsa ilusión.
En un episodio omnipotente de coraje, su rostro pálido de aflicción se llena de color para encubrir la pena y esa constante pesadumbre e incerteza.
Mas conforme avanza la obra, va perdiendo la cordura en un hecho inútil de locura y le invade un delirio ciego que a pesar de la pantomima, congoja y llanto, le exige expresar una sonrisa no sentida, un optimismo simulado y un consuelo de esperanza no advertida.
Su infeliz y desgarrada figura es reflejo de su ánima perturbada que ha olvidado del relato su candor y dulzura.
Es un payaso que en el amor es un fracaso, y que frente a la conmoción de la muerte va cayendo ante el ocaso, perdido ante su infortunada suerte pues su mera existencia le tortura, le trastorna y le duele.
¡Esa es la verdad de su espectáculo!. En el teatro tiene el valor que le falta en el escenario de la vida. Todo es una escena de disimulo, y el cúmulo de su lamentable y fatal ruina.
Porque ahí con el alma hecha pedazos y el temple quebrado en ese abrazo deseado, el payaso finge, pues no puede ser lo que quiere, y a cambio hace lo que puede tras una máscara y un disfraz que oculten todo lo que le hiere.
¡Hazme reír!, le piden. ¡Sigue en tu papel paso a paso, sé un verdadero bufón y continúa con el preparado guión!... Más el infame payaso sólo busca la osadía de que al final de su desilusionado y pretendido acto, le quede la fuerza de simplemente dejar de esconder su hipócrita sonrisa para tener la valía de meterse un balazo y acabar de una vez con su agonía.



miércoles, 12 de agosto de 2015

Tormenta de Emociones...

"La razón es fría, pero ve claro; la emoción le debe dar calor, pero sin hacer perder esa claridad."
Jaume Balmes

Por Mireya Cerrillo.

Los sueños corren el riesgo de morir por las emociones. Y las emociones momentáneas y efímeras como son, pueden llevarnos a tomar una decisión permanente para acabar con el dolor y la pena.
Constantemente me pregunto: ¿Qué es peor, correr el riesgo de vivir sentiéndonos muertos? O ¿morir y pasar a mejor vida?. ¿El descanso eterno de lo más etéreo o la fatiga de lo banal y material?.
Soy entre muchas cosas este desastre de persona y tormenta de emociones que no teme a la muerte, más sí a la tristeza constante de no sentirme viva.
Debo admitir que admiro a los suicidas que logran con debido tino y sin temor divino, poner fin a su desdicha. Los considero personas llenas de coraje para elegir su destino y terminar con todo lo que implica estar vivo sin culpa y sin contratiempo. Esa opción que cualquier otro consideraría cobarde y egoísta. Y que yo aprecio como un acto envidiable y pródigo.
Pues ahí estoy, entre la fría razón que me indica no seguir a mis instintos más débiles, y la fugaz y frágil emoción que me hace perder toda sensatez y claridad para elegir de una vez la muerte. Más mi miedo es uno y es claro: quedarme a medias entre la vida y la muerte, pues creo que no hay peor pesadilla que sobrevivir un suicido que sólo aumentaría la culpa, el agobio y la congoja. Y es que esa linea es una endeble fracción de tiempo y distancia que pueden marcar una gran diferencia entre la brutal sentencia por los errores cometidos, la alegre desventura de no pertenecer, y la triste condena de vivir esta fortuna.
Y es que ya no soporto los gritos en mi cabeza, esas voces que me aturden y abruman de tanto pensar y repensar lo que ya no quisiera; el cansancio emocional que mil horas de sueño no concilian por este infortunado insomnio; ni el agotamiento físico de cargar con tantas dudas e incertezas para las que parece aún no haber respuestas.
Todos tenemos fecha de expiración, la diferencia es que unos la elegimos, y para otros les es elegida por un llamado ser superior. Tengo problemas con la autoridad hasta con eso: ¿por qué he de irme bajo los términos y condiciones de lo que otro considera el final; cuando yo, con toda la inteligencia ecológica debida y habida, puedo elegir el momento certero para decir adiós?.
De pronto, aquí sigo y sobrevivo entre los pequeños placeres de la vida y el delirio y la manía de mis constantes melancolías.
¿Cuándo y cómo me iré? No lo sé. Sólo sé que será cuando y como YO decida.
 

domingo, 2 de agosto de 2015

Enamórate de mi...

"Enamórate de mi lado oscuro, porque de mi luz...de ese cualquiera se enamora."


Por Mireya Cerrillo.


Interrumpí su silencio para evidenciar un secreto que hace tiempo llevo en el pecho. -Me gustas, y me has gustado desde que tengo recuerdo... - ¿Por qué?, me increpas. -¿Por qué no?, respondo. Porque eres un ser maravilloso. Un gran amigo. Guapo y para mi muy valioso. Y hoy ya no tengo miedo de decírtelo.
Inesperados, así son los sentimientos que por tí hoy confieso, pero reales como ese beso que se quedó en suspenso.
Me gustas y ya. ¿Qué más da?... Ojalá te vieras con mis ojos, pero es momento de pedirte que me veas de manera diferente:
Enamórate de mi, si te atreves...
Enamórate de mi sonrisa, de todas sus versiones: de la irónica y sarcástica y de la cariñosa, traviesa y boba. Y también de la que a veces esconde un corazón melancólico y lleno de tristezas.
Enamórate de mis ojos, estos que pueden desnudar tu alma y tu cuerpo.  Que te miran con recelo y deseo. Y que a ratos lloran sin saber por qué.
Enamórate de mis labios, estos que esconden mil y un besos y unos cuántos poemas y versos.
Enamórate de mi cuerpo,  este que pide de tus manos tus caricias y que a miradas lo corrompas.
Enamórate de mi. De este desastre de persona que hasta hoy entiende que esto es tan sorpresivo como intenso y verdadero.
Enamórate de mis manos que buscan entrelazar las tuyas y caminar juntos lado a lado o solos cuando sea necesario.
Enamórate de mis pies que no tienen un rumbo fijo, que saltan y corren, que son trotamundos y caminan y tambalean y aunque a paso firme a veces se caen.
Enamórate de mi cabeza, de las locuras que pasan por mi tozuda testa.
No temas, en el corazón no se manda, sólo se siente. Y esto es lo que por tí hoy siento.
Si me dices sí...mi corazón ya tienes. Y si me dices que no, ahí de todas formas ya perteneces.
Enamórate de mis silencios y sueños, de mis miedos y certezas, de todo esto que crees conocer y las que son para tí un misterio. De mí, de mis letras, de mi vulnerabilidad ante tí, enamórate si te atreves.