miércoles, 16 de octubre de 2013

Diferente...

"Déjame que me calle con el silencio tuyo...Déjame que te hable también con tu silencio.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo." 
-Pablo Neruda-


Por Mireya Cerrillo.

A veces no comprendo esto que en mi mente pasa.
No entiendo este fuerte sentir en mi pecho.
No encuentro razones o motivos para este sentimiento,
es algo que simplemente me rebasa.

No encontrar las palabras… me descontrola.
Saberte así en silencio y lejano… me agobia.
No saber qué hacer ni qué decirte… me enloquece.
Y todo eso de alguna manera… me entristece.

¿Qué es esto que hacemos?
¿Cómo se llama esto que decimos?
¿Es amor? ¿O es un imposible deseo?
Sea lo que sea, será siempre un lindo recuerdo.
Sólo espero no sea un terrible juego.

No sé si pronto me desterrarás otra vez.
No sé si protegerme y enterrarte de una vez.
Lo que sé es que no se deja tan fácil de querer.
No es posible entender este ser y no ser.

Lo que me resulta más confuso
es la intensidad seguida por tus mutismos.
Lo que me parece desesperante
es no poder controlar tu humor siempre cambiante.

¿Y si nos queremos de una vez?… ¿Sí nos quisimos alguna vez?
¿Y si nos dejamos ser? ¿nos dejamos querer? 
¿nos dejamos sentir o nos dejamos ir?
No me queda más que el abrigo de esta fantasía,
Y como siempre, no me queda más qué hacer que escribir otra poesía.

Eres una profunda nostalgia,
una ausencia presente en mí.
Una promesa del tiempo,
la deuda de un beso sin fin.

Eres…tantas cosas eres,
que no consigo terminar de entenderte.
Soy… tantas cosas soy,
que te aterra reconocerme. 

Somos…tantas cosas -no- somos.
Que no concebimos un reencuentro.
Que no concretamos un adiós.
Que prometemos un “ya veremos”.
Que por favor, nos decida el tiempo.

¿Qué hacer? … sólo toca esperar.
¿Qué más decir cuando todo está dicho?
Una palabra basta para a mi mente calmar.
Una sonrisa tuya y sé que no eres un capricho.

A lo lejos mi voz te resuena.
En silencio, perdido y ausente
sé que mis miedos no son ciertos.
Recibo el relente de un beso
que me llena, me trema y todo es… diferente.


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