jueves, 10 de octubre de 2013

Periplo vehemente...

- Edel Juárez -

Por Mireya Certillo.

Quizás lo haces sin querer.
o tal vez es parte de tu naturaleza.
No sé si es tu manera de ser,
o es esto reflejo de tu incerteza.

Este ir y venir tuyo,
este constante viaje apasionado.
Acercarte y distanciarte es un periplo al que rehuyo,
es un éxodo temperamental de más sonado.

No me gusta vivir entre palabras increíbles
seguidas de tus largos silencios.
No puedo quererte a horarios flexibles,
no quiero sentir esto que siento.

Sé que es difícil la distancia.
Reconozco que quema la ausencia.
Sé que le debo al tiempo paciencia,
pues ansío tanto tu presencia.

Me duele que mi alma te reconozca.
¿Por qué tú sin hablarme ni tocarme
a mi corazón incendias y alocas
y en mí causas un desarme?

Me abruma encenderte
y me frustra no poder besarte.
Quisiera no anhelarte
y con una caricia aniquilarte.

Pero tú también vives en tormenta,
en desvelo y en delirio.
En miedo y en silencio
de no saberme aún tuya.

No sé qué me hace más daño:
la intensidad de tus encuentros,
o la soledad de tus huidas.
No sé si aferrarme a esta lejanía afligida
o intentar desterrarte en la barca del olvido.

Déjame entrar en tu vida,
Así con todo, así sin nada.
Quiero ser eso que anhelas,
la respuesta a lo que tu cuerpo ansía.

Pero el amor es incertidumbre.
Es arriesgarse. Es una constante pelea.
Es en mi pecho este fuego y pesadumbre,
y saberte ahí dentro aunque no te vea.

No sé si ya fue. Si es. O si seremos.
Lo que sé es que en esta claridad oscura,
no puedo tenerte así a ratos y a lo lejos.
Te quiero a tiempo completo con locura.

El problema no es el tiempo ni la distancia.
Es no sentirte cerca y que tu corazón me evada.
Es la falta de constancia,
lo que tiene a mi alma atada.

Como siempre, tú tienes las respuestas.
Como nunca, tú pones las reglas.
Yo vivo al día sintiéndome totalmente expuesta,
vulnerable y débil sólo quiero amarte sin premura.


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