jueves, 21 de agosto de 2014

Coincidir...

"Las mejores cosas de la vida se encuentran sin buscarse. Un placer coincidir en esta vida"

Por Mireya Cerrillo.

Todas las cosas tienen su momento para ser, suceden de repente como algo mágico. De pronto todo lo que el Universo ha estado conspirando hace posible converger.
Es en ese pequeño instante donde te encontré: entre mis sueños y mis deseos, entre la ficción y una incrédula ilusión.
No es fortuna ni suerte, fue una sorpresa conocerte. Pero como todas las cosas que pasan, sucedemos siempre fuera de tiempo. Naufragando entre mis estrellas y el sueño anclado de tu perenne figura en la luna.
O quizás este es el momento, por breve que sea ya podemos decir que coincidimos entre las olas de un mar que nos acaricia y atropella. No fue un accidente seguir tus huellas, sucediste por una razón sin motivo, más que cruzarte en mi camino para hacer tremar mi destino y mover en otra dirección mis velas.
Y ahora tengo la ocasión de quererte y tienes la oportunidad de amarme, y en lugar de besos te escribo estos versos. Siempre el mismo cuento: la distancia y el destiempo. Un amor desierto que vive el destierro.
Y aunque aún nos sobra tiempo es un milagro coincidir aunque sea un instante. Este presente que me das, este aquí y ahora es un regalo para existir, una visa para mí que soy migrante.
Parece ya bastante y si ha de ser así: adelante. Prefiero vivirte cinco minutos a anhelarte toda una eternidad suspirando y pensando en qué hubiera pasado si hubiéramos podido coincidir otro rato. 
Ahora ya no hay más duda, mis utopías están renovadas y si he de ser tuya, seremos sin más rodeos ni elegías. No nos pertenecemos, sin embargo eres aún el único dueño de mis letras.
Y así se me va la noche, en el alegre desvelo de vislumbrarte, de tenerte así tan cerca sin querer disturbar tu sueño. ¡Qué ingrato el tiempo, qué agradables circunstancias! Disfruto el reflejo de tu silueta que alumbra una pasión incierta, tu sombra que desata una y mil tormentas y me hace navegar tu perfil para perderme en el interior de tu ser.
Sintonía…la grata casualidad de coincidir.
Sincronía…contemplarte aunque sea sólo un instante.
Y qué importa si no te veo a diario, para mí tú llenas los días de mi calendario.
Este andar que va lento aunque quiere ir a prisa, que demanda caminar a breves soplos para ser el aire que desafía nuestras más oscuras fantasías.
¡Qué placer estar distantemente juntos!  ¡Qué agonía tenerte así de cerca y no poder tocarte!
Tiempo al tiempo... Es la hora de coincidir y nada más que coincidir pues resulta que hoy estoy aquí y tú también…


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