sábado, 5 de abril de 2014

Quiéreme...


“Me basta con que el cariño que me tienes te haga extrañarme un poco, lo suficiente como para pactar un encuentro. Te quiero más que a mi propia piel, y aunque no me quieres de igual manera, de todos modos algo me quieres, ¿no? O sí no es cierto, siempre me quedará la esperanza de que así sea, y con eso me conformo. Pues de todas formas te adoro...Claro, también me gustaría que estuvieras loco por mí y pensaras aquí me quedo, ya la encontré, ya te encontré, me gusta todo de ti, hasta tú… Quiéreme tantito aunque con las migajas de tu amor me rompes el corazón tenuemente, poco a poco… porque aunque me duelas, me conformo con que me quieras tantito.”
Fragmento carta de Frida Kahlo a Diego Rivera.

Por Mireya Cerrillo.

Quiéreme si te atreves,
así sin miedos ni mentiras.
Quiéreme a ratos, quiéreme ausente,
así con osadía y sin máscaras fingidas.

Quiéreme en exceso, sin excusas y de verdad.
Quiero sentirte en lo más excelso.
Quiéreme sin piedad,
pero con dulzura para salir ilesos.

Quiéreme sin temor ni pudor,
sin esconder tus sentimientos.
Déjate creer este amor,
para sentir hasta el último tremor.

Quiéreme urgente y sin reproche.
Enamórate de mis debilidades y fortalezas.
Quiéreme de día y de noche,
sin horario y con franqueza.

Quiéreme cercana y alejada, sin más puntos suspensivos.
No dejemos más a lo entredicho.
Quiéreme para sentirnos vivos,
y como nunca nos hemos querido.

Quiéreme pues no te lo había pedido.
Quiéreme un instante que dure para siempre.
No te quiero saber perdido,
sin sentirme tuya, no más distante.

Quiéreme sin decir adiós ni falsas promesas.
Pues aunque lo tuyo no sea fingir,
miénteme como cuando me hacías tu presa,
como cuando pretendes huir.

Quiéreme con mis celos, mis enojos y mi carácter,
con mis agonías, mis risas y mis lágrimas.
Quiéreme con tu único ser,
con mis poesías y mis rimas.

Quiéreme sin más quimera
que desvelo para ser contigo dos.
Quiero que seas tú quien me quiera
más de lo que te quiero yo.

Quiéreme valiente y muy intensamente.
Pues si jugamos con tus reglas de amor
temo decirte que perderás incesantemente,
y nos romperemos continuamente el corazón.

Quiéreme completa y sin excepción.
Despacio, ayer, mañana y hoy.
Quiéreme tú, con tus palabras y sin guion.
pues sé que me entiendes tal sin saber bien a dónde voy.

Quiéreme como te anhelo y así como soy,
así plena y llena de fuego.
Con mi luz, mis sombras. Contigo.
Tú inquieto, ciego, sensato y sin ego.

Quiéreme con cariño y con admiración.
Hazme tuya con pasión.
Quiéreme sin razón y sin mayor explicación, ¡te lo pido corazón!.
Quiéreme porque sí, ¿por qué no? Esta es mi más íntima petición.

Quiéreme para volverme a querer,
hasta quedar tatuada dentro de tu piel.
Yo sólo quiero tu sonrisa,
y esa mirada tuya que me hechiza.

Quiéreme sin pensar ni hesitar.
Regálame una noche de estrellas frente al mar.
Quiéreme sin falsedad y con humildad.
Prometí ser tuya y te lo voy a demostrar.

Quiéreme como se quiere la primera vez.
Quiéreme el resto de mis días, así con ganas y con sed.
Quiéreme como si no hubiera otra ocasión
para ser, para estar, quiéreme con ignición.

Quiéreme mirándome a los ojos:
ve mis sentimientos y todo lo que por ti siento.
Quiéreme despierto y en tus sueños,
ya no tolero más éste inquietante tormento.

Y si acaso no me quieres y me prefieres olvidar:
quiéreme frágil en un efímero momento.
Pues como te quiero yo, quizás nadie te querrá.
Quiéreme al final y quiéreme primero como yo te ofrezco:

Quererte de lunes a domingo,
algo único, mágico y distinto.
De enero a diciembre, quererte de mil maneras diferentes,
sin mayor interés que vivir para sorprenderte.

Quiéreme en primavera, en verano, en otoño y en invierno.
Con frío, con bruma y con tu diablura, seré tu lluvia, seré tu calor.
Quiéreme poco a poquito. Quiéreme entero. Quiéreme con valor.
Que yo te seguiré queriendo, aunque sea así en secreto.

Con quererte sin que me quieras, me conformo yo, así con poco.
Aunque quiero que me quieras completa, en el insomnio de la madrugada.
Quiéreme con mis blancos, mis negros y mis colores, así sin nada, así con todo.
Quiéreme toda, o no me quieras. Así: risueña e ilusionada.

Déjame quererte, qué más da si no hay nada que perder y mucho por ganar.
Quiero quererte tanto que creo voy a enloquecer.
No dejes morir este amor que por ti siento por miedo a fracasar.
Quiéreme si te atreves, así poquito a poco, que el amor es un día a la vez.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Tocas hasta la celula mas profunda. Me encanto!