viernes, 24 de enero de 2014

Esto es todo...


Por Mireya Cerrillo.

Estoy escribiendo una historia y no sé lo que surgirá. No sé si se quedará en el intento de contarlo todo, o si será la breve expresión de lo que hoy me inspira.
No sé aún si es el amor, la nostalgia o el desconcierto lo que mueve a mi pluma a escribir. Lo que sé es que surge de lo más profundo de mi alma. De los sentimientos que no entiendo, de las emociones que no expreso y de las pasiones que se quedan siempre inconclusas.
Escribo sobre mí. Evito escribir sobre ti. Ya no lo mereces. Me siento ultrajada. Me siento desconcertada. Me siento y es que es tanto lo que siento que ya no entiendo todo este sentir.
Es un viaje inconcluso. Es un aterrizaje forzoso. Es un vuelo por emprender. Es el revoloteo en mi corazón y en cada parte de mi ser.
No sé si lo que escribo es una historia o son puros cuentos. No sé aún si es romance, comedia o tragedia. ¿Cómo saberlo? Es muy pronto para reconocerlo. La vida tiene todo  eso y por eso es un teatro. Por eso sufro, por eso lloro, por eso río y por eso y más me acongojo.
Me resulta difícil poner palabras a todo este sentir. Me resulta complicado reconocer todo lo que por ti siento: amor, odio, deseo y desconsuelo. ¿Cómo evadirte? ¿Cómo evitarte? ¿Cómo dejar de sentirte aquí dentro?
A veces creo que el amor es la cura: te droga, te hace feliz, te atonta. Otras me convenzo de que es una terrible enfermedad: se contagia, se multiplica, se hace más fuerte. Cierto es que es un virus que se expande, que no tiene explicación, sólo es. Me pregunto si el amor es para los ciegos o para los que realmente se ven.
Ahí está otra vez el tema recurrente… el que quería evitar pero es que aún estás en mi corazón y mi mente.
Me dedico a esto: a sentir y a escribir. A dejar que la creatividad fluya quizás en una poesía o en una historia que un día merezca ser contada.
Esto es todo...decir lo que siento.

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