sábado, 28 de diciembre de 2013

Capricho...

"La única diferencia entre un capricho y una pasión eterna, es que el capricho suele durar algo más" 
Oscar Wilde.

Por Mireya Cerrillo.

Como tú…yo también estoy sufriendo la distancia.
Como yo… tú también sientes esto muy adentro.
Como dos flores que van perdiendo su fragancia,
así es este desacierto. Así de efímero el reencuentro.

Coincido que faltan dos palabras. Mas ¿cómo decirlas…?
Como el amor que me hace ver todo diferente.
Como tu razón que te hace pensar todo dos veces.
Como dos historias separadas, divididas, resentidas…

Como la desnudez de tu cuerpo y la de mi alma.
Como tu mirada que invade mi ser y mis poros.
Como esta tormenta encalma.
Como el beso que aún no te robo.

Como el recuerdo propicio para la melancolía.
Como esa conversación interminable
que nos lleva a querernos otro día,
que me hace rendir mi bandera indomable.

¿Cómo dejarte ir?
¿Cómo tolerar otra vez el silencio?
¿Cómo dejar de huir?
¿Cómo saber a dónde pertenezco?

Nos dejamos desaparecer…como estas letras que se desvanecen.
Nos perdimos en la impaciencia…como dos seres que de amor se hieren.
Nos quedamos en silencio…teniendo aún mucho por compartir.
Nos faltaron las palabras…como te quiero, te espero, te deseo sentir.

Como las noches en desvelo, me quedaré soñando.
Como los días de sol y alegría, así te seguiré queriendo.
Como el mar, así te abrazará mi brisa.
Como la luna, así me iluminarás sin prisa.

Como el momento en que compartimos nuestro arte.
Como las estrellas que brillan en diferente cielo.
Así, con frenesí y sigilo vas a amarme.
Así, con todo y sin recelo dirás te quiero.

Como dos niños que se enamoran de un capricho:
oculto, intenso, que se asoma con reticencia.
Como un empeño debe ser y mi pecho será tu nicho.
Lo aviso sin pretensión, sin mayor elocuencia.

Eres mi capricho.
Soy tu deseo.
Obstinado dicho,
este mutuo anhelo.


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