lunes, 30 de diciembre de 2013

Mi poesía eres tú...


Por Mireya Cerrillo.

Una creación literaria me lleva aproximadamente unas dos horas.
No sé. La verdad es que no hay medida del tiempo para decirte cuánto ni cómo te quiero.
Rimas y prosas. Cuentos e historias. Palabras y frases que a mi alma desahogan.
Te di mis versos y me metí en este poema: de profunda quimera, de continuo desacierto.

Y aunque escribo sobre el amor, soy totalmente incrédula.
Y si bien mis estrofas tienen honda inspiración, eres tú quien las crea.
No existe tal afirmación de amor eterno. Solo pasión, afecto y entrega.
¿Qué más te puedo dar en estos poemas? ¿Qué más que no ya sepas?.

Gracias por emanar en mi prosa y surgir en mi íntima oda.
Por favor, no creas la distancia ni el falso abandono.
Estaré donde menos lo preveas. Tú músico. Yo rapsoda.
No hay lejanía en tus notas ni en estas letras. Sólo emociones que colecciono.

Un universo de palabras aviva cuando tú me hablas.
En tu silencio también hay creación infinita de invenciones y leyendas.
Escribirte es combinación eterna de sentimientos fugaces.
Desconciertos que dejan huella. Tú y yo: caprichosos y lenguaces.

¿Cuándo se acabará la lira? ¿Cuándo me abandonará la musa?
Mientras germines en mí, habrá fábula y romance.
Te dejo brotar en mi escrito en blanco, sin causa ni pausa.
Así constante, profuso, para que emerjas sin percance.

Estás en mi piel y en este trozo de papel.
En mi mente, en mi corazón y en cada parte de mi ser.
Eres tú la guía a mi cincel. La pintura en mi pincel.
La tinta de este querer. El matiz de este doler.

¿Qué hice yo para obtener este regalo en mis poesías?
¿Qué haces tú para merecer mi cariño y mis letras?
Es un gesto ingrato de tus afonías, una broma de la melancolía.
Recuerdos de una irremediable lejanía. Cruel aquel que en mí perpetra.

Este amor se resume en estas creaciones líricas.
Este desamor se queda plasmado en esta retórica.
Soy simplemente poeta. Aprendiz y onírica.
Gracias por los sueños, y por lo que hoy en mí despiertas.

No hay corrección ni doble revisión.
Así surges, así te quedas.
Tan fácil que es fluir en mi versión.
Lástima que a más no procedas.

No hay título a esta improvisación perpetua.
No hay autor único en esta literatura.
Sólo eso: tu inspiración y esta poeta.
Dulce combinación de arte, fechoría de amor. Tierna desventura.



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