sábado, 17 de mayo de 2014

Pedalea…

"La vida es como andar en bicicleta, si quieres mantener el equilibrio debes seguir avanzando"
Albert Einstein
Por Mireya Cerrillo.
Ahí va Mireya en su bicicleta
con su cabellera rizada y alborotada,
Sin rumbo va pedalea y pedalea,
con ganas sin importar a dónde vaya.

Cada vuelta es un ciclo, y cada lapso es una historia.
Va girando a mil revoluciones:
de cuentos de cantimplora
y al ritmo de cien canciones.

Lee de las calles las memorias.
Los recuerdos que se han quedado por las vías.
No importa si son anchas o estrechas,
la bicicleta entra, gira y da de vueltas.

Son dos aros que ruedan e impulsan.
Con el aire va constantemente hacia adelante.
La caída parece segura,
sin embargo la princesa tiene aguante.

Es como en la vida, gira que gira.
Todo da vueltas en su cabeza.
Si se detiene un segundo, pierde brío, no hay equilibrio,
pero ella sigue con ahínco, fulgor y fuerza.

Con el viento en la cara
va estabilizando su vida sin máscaras.
¡Cuidado! ¡No pierdas tu tiara!
Eres una princesa aunque ya vayas casi despeinada.

Los neumáticos se llenan de aire al igual que sus pulmones.
Inhala, exhala. Es divertido, es ejercitante.
Va dejando respiros por los alrededores.
Ruedas y vueltas con plumones de varios colores.

Sin miedos ni pretensiones,
todo está en su centro por un momento.
Es un instante lleno de concentraciones,
que la liberan de todo lo funesto.

Pedalear es un juego de la infancia.
Libertad es un sueño de los grandes.
No hay límites para la distancia.
No hay nada que detenga los engranes.

¡Pedalea y pedalea! Otro kilómetro, otra historia.
¡Eres lo que tú creas! ¡Ve a donde tú deseas!
No pares, vive tu dicha y gloria,
solloza también sin barreras.

¡Vamos Mireya! ¡No te detengas!
¡Ya casi llegas!
¿A dónde? A donde tú quieras.
Tú pedalea y después ya berreas.

Uno, el movimiento siempre adelante.
Dos, sigue y se constante.
Tres, por favor no pares.
Cuatro, recuerda tú tienes aguante.

Esa sensación de cansancio y fatiga
significa que lo has logrado.
No hay regreso ni salida.
Es el suspiro de lo andado,
lo que queda de la partida.

¡Pedalea! tienes la bicicleta deseada.
No pierdas el equilibrio ni la perseverancia.
La bicicleta es verde color esperanza,
es turquesa color de tranquilidad y paciencia.

Mira de dónde vienes.
Ve en donde estás.
Ve a dónde quieres.
Que aquí ya no estás más.

La bicicleta es un vehículo de propulsión humana.
Pedalea y pedalea es lo único que te demanda.
Su cadena no te detiene al pavimento,
al contrario, te libera hacia el firmamento.




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